En mi reciente visita a la exposición sobre Auschwitz en Madrid, entre tantas historias tremendas de supervivencia y horror, me encontré entre los más de 600 objetos originales que componen la muestra, testigos directos de uno de los hechos de la humanidad más terribles y oscuros, con este librito en forma de corazón, todo un símbolo de la unión entre las prisioneras en aquel campo de la muerte. Fue elaborado, a pesar de los pocos medios y materiales de que disponía por Zlatka Pitluk, de nacionalidad Bielorrusa. En sus escasas páginas aún hoy puede apreciarse la firma y los buenos deseos, en polaco, alemán, francés y hebreo de otras 19 prisioneras en el cumpleaños de otra prisionera de nombre Fauna Fainer. Zlatka logró sobrevivir, de Fauna Fainer no se volvió a saber nada.
De los más de 1.3 millones de personas que fueron deportadas a Auschwitz-Birkenau desde diferentes puntos de Europa por el régimen nazi de Hitler, apenas se registró e internó en el campo a 400.000. Casi 1000.000 de prisioneros restantes fueron asesinados en la cámara de gas y quemados en los hornos crematorios del campo en un plazo de apenas unas horas desde su llegada en tren dentro de vagones para el transporte de ganado.