Obama

Estas dos próximas semanas se presentan frenéticas y ajustadas de tiempo, con lo cual pudiera ser posible que no actualizase tanto como me gustaría, aunque seguro que al final de alguna de estas maratonianas jornadas encuentro algún huequillo para continuar con alguna crónica de mi estancia en Madrid.
Hoy, haciendo un pequeño paréntesis en mi resumen de la capital, quiero hacer una mínima referencia a las elecciones de mañana en los Estados Unidos. Y es que queramos o no, del resultado de ellas depende de como será el rumbo que tome el planeta en los próximos años. Que la era Bush pasará a los anales de la historia moderna como una de las etapas más negativas y funestas, es algo que todos sabemos. No sé si finalmente mañana el vencedor de los comicios será el demócrata Barack Obama, como dan por hecho todas las encuestas.
Si resulta vencedor y en consecuencia es nombrado presidente de ese país, tampoco sé si su mandato será mejor que el de los últimos ocho años, aunque confío en que si. De lo que si estoy seguro es que peor no va a ser y es por ello, que aunque mi voz y mi opinión nada importe al otro lado del charco, tengo ciertas esperanzas en este hombre. El mundo necesita un cambio y desde hace muchas décadas nadie había albergado tantas esperanzas de una esquina a otra del planeta. Esperemos que sea cierto.