30.4.06

La historia se repite.

Una vez más, han entrado los amigos de lo ajeno y me han usurpado el mes de Abril, a pesar de guardarlo en el cajón, donde guardo el corazón.

Lo que no se ha dicho sobre la dimisión de Bono.

Según fuentes extraoficiales —aunque altamente imaginativas— del entorno de La Moncloa, la repentina dimisión de José Bono como ministro de Defensa no se debió, como se afirmó oficialmente, al “deseo de pasar más tiempo con su familia”, sino a su negativa rotunda a participar en el nuevo plan estratégico de política exterior diseñado personalmente por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El plan, bautizado internamente como “Operación Suegro Atlántico”, pretendía restablecer las maltrechas relaciones entre España y Estados Unidos tras la retirada de las tropas de Irak. La estrategia, en apariencia sencilla, consistía en lo siguiente: que uno de los hijos de Bono iniciara un romance, preferiblemente duradero y fructífero, con una de las hijas del entonces presidente estadounidense, George W. Bush.

“El objetivo era claro”, señalan nuestras fuentes, “formar una alianza familiar que suavizara las tensiones bilaterales. Nada une tanto a dos naciones como unos nietos compartidos y una boda retransmitida por CNN y TVE1 con Letizia Ortiz como madrina y Condoleezza Rice dando el brindis”.

Sin embargo, José Bono —católico fervoroso, castellanomanchego recio y hombre de ideas fijas— se negó en redondo. “No permitiré que mis nietos se apelliden Bono Bush. ¡Eso suena a grupo de reggae neoliberal o a marca de champú para halcones!”, habría gritado durante una tensa reunión del Consejo de Ministros, según una fuente con acceso al catering.

A partir de ahí, la relación entre Bono y ZP se enfrió como un cocido madrileño en la nevera. “Zapatero se lo tomó muy mal. Él ya había mandado preparar una finca en Ávila para la boda, con toro mecánico, tarta en forma de bandera OTAN y un concierto íntimo de Amaral. Incluso había encargado un retrato conjunto de las dos familias hecho por Mariscal”.

A pesar de los esfuerzos por reconducir la situación —incluyendo una videollamada con los Bush en la que Bono se negó a activar la cámara—, el ministro presentó su dimisión entre dientes. “Dijo que prefería dimitir antes que convertirse en consuegro del hombre que confunde España con México y cree que Almodóvar es un cóctel”.

Desde entonces, Bono ha permanecido alejado de la política internacional, aunque fuentes próximas aseguran que sigue vigilando el árbol genealógico de sus descendientes con más celo que el CNI. “El día que uno de sus nietos escuche country o diga ‘y’all’, Bono se encierra en casa con una bandera republicana y se niega a salir”.

Mientras tanto, ZP habría seguido explorando otras vías diplomáticas menos personales: propuso a Moratinos hacerse pasar por monje budista para impresionar a China, y a Rubalcaba infiltrarse en la NBA como base suplente de los Celtics para mejorar las relaciones culturales con EE.UU. Ninguna de estas estrategias llegó a buen puerto, pero la leyenda de Bono Bush sigue viva en los pasillos más oscuros del ala oeste de Moncloa.


28.4.06

Parrafero o parrafista

 Bueno, ya que en algún que otro foro, siempre desde el cariño, claro está,se me ha tildado de parrafero, parrafista o directamente amigo de las subordinadas eternas, he decidido rendirme a la evidencia y crear este blog. Un espacio libre de restricciones métricas, donde los párrafos pueden extenderse tanto como un lunes por la mañana y donde las comas se usarán con la misma alegría con la que otros reparten fotos de gatitos.

Aquí podré expresarme sin apuros laborales, sin que nadie me mire el reloj, y sobre todo sin temor a la temida tijera de la censura (aunque siempre hay un cuñado al acecho). Este será mi rincón para divagar, desbarrar y, si se tercia, hasta tener alguna idea brillante entre tanto humo mental.

En este blog se respeta, venera y hasta se acaricia la libertad de expresión. Por tanto, todo lo que aquí se diga, se insinúe o se deslice , ya sea en forma de texto, imagen o reflexión nocturna, responde única y exclusivamente a mis pensamientos, los cuales, dicho sea de paso, no siempre están sobrios ni coordinados entre sí. Yo me hago responsable de mis palabras, de mis desvaríos y de mi mecanismo, aunque este último a veces se me quede en punto muerto.

Se aceptan todo tipo de comentarios: los entusiastas, los críticos, los que no vienen a cuento e incluso los que sólo buscan corregirme un acento. No prometo compartir todas las opiniones, ni siquiera entenderlas, pero sí respetarlas… salvo que vengan en Comic Sans.

Así que, sin más rodeos ni subordinadas adicionales (de momento), queda inaugurado este blog.
El telón ya está abierto. El escenario es todo tuyo, lector o lectora ocasional.
Pasa, ponte cómodo y, si te aburres… ¡la culpa es tuya por seguir leyendo!

CAMBIARÁN LOS VIENTOS


Aquí comienza una nueva aventura. Una travesía en forma de blog, en la que intentaré volcar, con mayor o menor acierto, todo aquello que ronde por mi mente y, por qué no, también lo que me llegue desde otras latitudes: ideas, emociones, recuerdos, intuiciones, incluso alguna que otra historia inventada o robada al vuelo.

No sé cuánto durará este viaje ni a dónde me llevará. Tal vez sea solo una etapa breve, una forma de evasión entre tantas rutinas. O quizás se convierta en algo más, en un espacio donde mirar hacia dentro, compartir, y conectar.

Lo que sí sé es que escribir siempre ha sido, para mí, una especie de refugio. Y hoy decido abrir la puerta de ese refugio y dejar que entren quienes quieran acompañarme, aunque sea por un rato.

Se abre el telón.
Y comienza el primer acto.