CAMBIARÁN LOS VIENTOS. By Alberto López.
Y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño.
5.9.25
Cuarenta y cuatro grados a la sombra. El síndrome del urbanita descalzo (XXV): Turismo emocional, versión piloto
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El síndrome del urbanita descalzo (XXV): Turismo emocional, versión piloto A mediados de febrero, cuando el frío ya no daba miedo pero aún c...
4.9.25
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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (XXIV): Propósitos, dietas y una agencia rural emocional El 7 de enero amaneció con cielo gris, humedad...
3.9.25
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CUARENTA Y CUATRO GRADOS A LA SOMBRA (XXIII): Navidad, reggaetón y redoble de pandereta La llegada de diciembre no trajo nieve (como siempre...
2.9.25
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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (XXII): La invasión del fresquito traicionero El primer día de frío real llegó sin avisar. Bueno, sí a...
1.9.25
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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (XXI): Santos, sombras y sabiduría de cementerio Amaneció con niebla y olor a brasero, y ya con eso el ...
31.8.25
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La feria de octubre (XX): Tómbolas, peluches diabólicos y el alcalde romano Octubre en Villafresno del Río no es un mes cualquiera. Es “El M...
30.8.25
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29.8.25
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28.8.25
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27.8.25
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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (XVI): Turismo rural, versión hardcore Se llamaba Frédéric. Venía de Lyon. Conducía una Renault Kango...
26.8.25
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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (XV): Procesiones y empanadillas En Villafresno del Río, la Semana Santa no es una semana: es una estac...
25.8.25
Cuarenta y cuatro grados a la sombra (XIV): Primavera con P de Polen
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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (XIV): Primavera con P de Polen El primer síntoma de la primavera en Villafresno del Río no fue el can...
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