118 horas en Madrid

O lo que es lo mismo, casi cinco días completos. He de decir que todo todito todo lo que tenía en la agenda para realizar lo he cumplido, incluida alguna sugerencia que me hizo Álvaro Dorian Grey y que no tenía previsto realizar en principio. Lo único que me ha faltado por ver ha sido la exposición de los tesoros sumergidos de Egipto, pero teniendo en cuenta que una vez estuve en ese maravilloso pais y pude ver mil maravillas tan hermosas como las que seguro hay en esa muestra, no me pesa demasiado, además que ya no había tiempo para más.
No sé, pero ando un tanto descolocado, algo perdido. El mes de octubre después del periodo vacacional, entre tanto viaje y demás eventos ha pasado veloz como el viento que hoy está peinando esta tierra. Supongo que noviembre será un mes un poco más sosegado y tranquilo, aunque nunca se sabe. En estos días prometo hacer una crónica de mi estancia en Madrid, aunque tal vez dedique más de un post, pues muchas de las cosas que he visitado, visto y asistido son meritorias de mucho más que eso.
Creo que me he sacado un pequeña espinita o deuda que tenía con la capital. En 2004 a pesar de estar viviendo y trabajando allí no pude disfrutar del todo de toda la oferta cultural y ociosa que ofrece. Ahora tampoco es que la haya exprimido del todo, se necesitaría mucho más tiempo (y pasta) para sacarle todo el jugo, pero sin duda alguna he pasado unos placenteros y memorables días sin prisas y sin agobios. Eso sí, ya en casa, no hay nada como tu propia casa.