CAMBIARÁN LOS VIENTOS. By Alberto López.

Y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño.

24.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra (XIII)Propósitos de año nuevo y otras mentiras rurales

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Propósitos de año nuevo y otras mentiras rurales El 1 de enero amaneció con niebla, escarcha en los cristales del coche y un silencio que ol...
23.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra (XII): Navidad, brasero y jamón al límite

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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (XII): Navidad, brasero y jamón al límite La llegada de diciembre se notó de golpe, como un portazo tér...
22.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra (XI): La helada siberiana de los quince grados

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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (XI): La helada siberiana de los quince grados Lo anunciaron la noche anterior en la previsión del tie...
21.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra (X): Otoño, ese rumor de brisa

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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (X): Otoño, ese rumor de brisa El 22 de septiembre amaneció con un cielo ligeramente nublado, una mínim...
20.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra (IX): El Fin del Calor (o el 31 de diciembre de agosto)

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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (IX): El Fin del Calor (o el 31 de diciembre de agosto) El milagro se confirmó el viernes a primera hor...
19.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra (VIII): San Bartolo suda por sus feligreses

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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (VIII): San Bartolo suda por sus feligreses Villafresno del Río, donde el calor no perdona ni a los san...
18.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra (VII): Titanic bajo el cielo de agosto

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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (VII): Titanic bajo el cielo de agosto  La idea se le ocurrió al concejal de cultura, Julián el de la c...
17.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra (VI): Los suecos que vinieron a arder

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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (VI): Los suecos que vinieron a arder. Nadie entendió por qué, pero aquel martes a las 10:07 de la maña...
16.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra (V): Salimos en la tele, primo.

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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (V): Salimos en la tele, primo. La noticia corrió como un reguero de pólvora empapada en gazpacho calie...
15.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra (IV): Llovió, pero poquito

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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (IV): Llovió, pero poquito Amaneció con el cielo encapotado. No del todo, que eso sería un escándalo, ...
14.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra (III): La noche en que bailaron los valientes

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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (III): La noche en que bailaron los valientes Cuando por fin cayó el sol, a eso de las diez y media, V...
13.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra (II): El calor, ese viejo conocido

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Cuarenta y cuatro grados a la sombra (II): El calor, ese viejo conocido La señora Alfonsa, viuda de Eulogio el del molino, ha declarado est...
12.8.25

Cuarenta y cuatro grados a la sombra. Capítulo I

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Extremadura es una región única: mezcla de campo bravo, historia milenaria, embutido legendario y termómetros suicidas. Aquí no se vive, se ...
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Alberto López Cordero
Emerita Augvsta, Extremadura, Spain
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