Pequeño espacio de evasión para desordenar reflexiones,inquietudes,cabreos,comeduras de tarro,añoranzas,recuerdos,música,lectura y algunos que otros eventos consuetudinarios que acontencen en las rúas.Y por supuesto...cine.
Después de una larga temporada sin hacer acto de aparición, la llamada muela del juicio ha vuelto a ensañarse conmigo sin motivo aparente, o al menos que yo sea consciente de ello. En esta ocasión ha recrudecido su ataque, el cual me ha pillado casi desprevenido y que en una contraofensiva sin precedentes estoy intentando mitigar a base de batallones de Augmentines, fragatas de Neobrufen y antiaereos de Espidifen. La batalla se presenta larga y tediosa y mucho me temo que para salir victorioso de ella, esta vez tenga que buscar apoyos y aliados Odontológicos para que erradiquen de una vez por todas cualquier posibilidad de nuevo ataque. Estoy en pleno frente de batalla al escribir estas lineas, aprovisionándome de una nueva partida de armamento ibuprofénico. No me cogerán con vida.
Little Susie es una canción, pero es también una triste, terrible y trágica historia. Los hechos se remontan a 1973 en el estado de Montana. Susie Jaeger, de siete años de edad, desapareció una noche de la tienda de campaña donde pasaba junto a su familia unas placenteras vacaciones. Nadie vió nada, nadie escuchó nada. La pequeña Susie desapareció aquella noche y nadie tuvo ni la menor pista o rastro de su paradero a pesar de los rastreos y las investigaciones policiales de la época. Los días, las semanas, los meses fueron pasando con la lógica angustia de su familia, cuando un año después Marietta Jaeger, madre de Susie, recibe una llamada de teléfono de su secuestrador, que en un descuido dió las suficientes pistas para que fuera localizado y detenido por el FBI. Susie no solamente no estaba secuestrada, había sido asesinada y violada horas después de su desaparición, pero ese no fué el único descubrimiento de la policía. El secuestrador y asesino, David Meirhofer un joven de 23 años, había sido también el responsable de la desaparición y asesinato de otras tres jóvenes del mismo condado. Se suicidó cinco horas después de haber confesado los asesinatos. La madre de Susie, desde entonces es una luchadora incansable por la abolición de la pena de muerte, dando conferencias y poniendo por claro ejemplo el caso de su hija, exigiendo justicia contra esos asesinos, una condena de cadena perpetua, pero erradicar la pena de muerte:"Los seres queridos que nos han sido arrebatados merecen más que estos asesinos sean sancionados por el Estado, en vez de crear más víctimas y sufrimiento en las familias de la mismas, ya que sería ponernos al nivel de lo que tanto deploramos". Todo un ejemplo de entereza. La historia de Susie Jaeger siempre le conmovió a Michael Jackson, ya que cuando sucedieron los hechos el era también practicamente un niño. En 1995 publicó el tema "Little susie", inspirado en estos terribles hechos. No es uno de los temas más conocidos de Michael, pero sin duda el que lo escuche ahora por primera vez y más o menos sabiendo de que va la cosa no dudará de la tristeza de su melodía y de la carga emocional que tiene. Fué incluida en el album "History" de 1995. Aunque la canción no tiene videoclip, ahí incluyo uno que ha montado un fan de una manera fabulosa.
Indiferentemente que sea la A, la B, la C, o la W, da lo mismo, pero te deja el cuerpo hecho unos zorros. Da igual que te vacunes, que le pongas una vela a la patrona de los imposibles, que te abriges hasta los ojos cuando el viento arrecia, que te atiborres de vitamina C o que lleves mascarilla cual rey del pop. La gripe golpea, y cuando te arrea, arrea de verdad. En mi caso me ha tenido postrado en la cama todo el fin de semana, teniendo unos delirantes sueños con unos raros olivos y fastidiándome algun que otro evento al que me hubiese gustado acudir. Espero que sea la primera y la última de esta temporada que uno no va teniendo ya edad para ciertas indisposiciones físicas. Como no quiero dejaros una imagen relacionada con la gripe tipo virus, enfermos en cama con termómetros o similares, ahí teneis esa bonita estampa al atardecer que tomé hace un par de semanas en la comarca del Tiétar (Cáceres) muy cerquita de la Vera.
Muchas veces echamos mano de eso que llamamos memoria colectiva, generalmente para rememorar ciertos pasajes de la historia no muy gratos y que en mayor o menor medida todos o casi todos nos acordamos desde un lado u otros de los acontecimientos. Las películas de José Luis López Vázquez forman parte de una memoria colectiva, de unos recuerdos de sobremesa, de paredes empapeladas, de televisiones en blanco y negro, de tiempos ya algo remotos que apenas logramos tocar con la punta de nuestros dedos. Este gran actor capaz de hacer llenar de carcajadas y sonrisas muchos rostros falleció en Madrid a los 87 años el pasado día 2. La memoria colectiva le echará de menos.
