
Me piden que como en muchas ocasiones rindo tributo a todos aquellos personajes que de una u otra forma despiertan mi admiración, en esta ocasión muestre o reconozca la labor de uno de los más geniales y prolíficos músicos de los últimos tiempos. Y no le falta razón ya que tanto por su labor profesional como humana lo tiene más que merecido, no sólo a nivel de este humilde y sencillo blog.
Hace un par de dias a los 80 años y a causa de una larga y delicada enfermedad que hasta ahora no ha sido desveleda por ninguno de sus allegados tanto familires como profesionales, falleció Mstislav Rostropovich, Violonchelista, tal vez considerado como el más grande de los actuales y sucesor de la escuela de Pau Casals. También fué un prestigioso director de orquesta,poniéndose al frente de las mejores del mundo, además de pianista y genial compositor.
Nacido en Bakú,actual Azerbaiján en marzo de 1927 ha estado ingresado desde el 12 de abril hospital de Moscú, donde tuvieron que someterle a una intervención quirúrgica de urgencia.
En el año 1974 tuvo que salir clandestinamente de la entonces Unión Soviética por defender los derechos humanos y no compartir las ideas gubernamentales de aquellos tiempos. Regresó en 1990 con Gorvachov todavía en el poder. Se le concedió el premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1997, junto con el violinista Yehudi Menuhin.
Entre muchas de sus obras interpretado para violonchelo de los principales y más célebres compositores contemporáneos, tales como la Sinfonía concertante en mi menor, opus 125 de Serguéi Prokófiev, los dos conciertos para violonchelo de Dmitri Shostakóvich y la Cello Symphony o la Sonata para violonchelo y piano de Benjamín Britten. Sin duda los amantes de la música clásica han perdido a un genio y todo un referente y maestro del Violonchelo, el intrumento que más prestigio le dió en su larga y dilatada carrera.
