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31.5.09

Día mundial sin tabaco

Hoy, 31 de mayo, es el Día Mundial Sin Tabaco. Lo confieso: no tenía ni idea hasta que lo vi en las noticias de Antena 3. Y es que estos “días mundiales con o sin” me hacen bastante gracia —sobre todo cuando se trata de algo tan peligroso como el tabaco— porque, sinceramente, no debería hacer falta un día para recordarnos que fumar mata.

Miles de muertes diarias en todo el mundo y solo un día para bajarle la guardia a esta lacra. Sí, es cierto que te puedes morir de mil cosas: que te caiga una maceta en la cabeza, que un conductor borracho te arrolle, que un desastre natural te sorprenda… Pero, a diferencia de esas cosas, el tabaco es una muerte que te ganas poco a poco, día a día, mientras te lo fumas sin remordimientos.

Que cada quien haga lo que quiera, pero que sea consciente de la mierda que está tragando y, lo que es peor, haciendo tragar a los demás.

¡¡Que no fuméis, coño ya!! 


27.5.09

Dos caras distintas


Es curioso cómo un mismo lugar puede parecer completamente distinto según las circunstancias que nos llevan hasta él. Hay sitios que, por alguna razón que no siempre entendemos, se quedan grabados en la memoria con una luz especial. Visité por primera vez la localidad de Herrera del Duque a finales de septiembre del año pasado. Aquel fin de semana fue intenso, completo, lleno de momentos que aún hoy, cuando cierro los ojos, me arrancan una media sonrisa. Lo recuerdo con nitidez: el aire limpio del atardecer, las risas en buena compañía, la sensación de estar justo donde uno quería estar. Cuando la vida nos regala instantes así, es fácil que el recuerdo se impregne de dulzura, como si lo agradable tuviera la habilidad de borrar las asperezas del tiempo.

Nunca imaginé que volvería tan pronto a Herrera del Duque… ni por un motivo tan distinto.

Y sin embargo, ahí estaba de nuevo, recorriendo las mismas calles, mirando las mismas fachadas encaladas, reconociendo rostros que entonces me parecieron amables y ahora apenas me devolvían una mirada ausente. Todo era igual, y sin embargo, todo había cambiado. Era como si el pueblo tuviera dos rostros, y en esta ocasión me mostrara el que preferiría no haber conocido. No era el lugar el que había cambiado, era yo. Eran las circunstancias. Era la ausencia.

La vida a veces tiene esa manera cruel de recordarnos que nada es eterno, que lo que un día fue alegría puede volverse tristeza sin previo aviso. Que un mismo rincón puede ser escenario del entusiasmo y, tiempo después, del vacío. Y sin embargo, por más que duela, hay algo que se mantiene firme: el recuerdo. Porque nadie, por muy dura que se vuelva la vida, puede arrebatarnos eso. Los buenos momentos, las risas, las palabras, la complicidad... sobreviven incluso al duelo, flotan como luces pequeñas sobre la oscuridad del presente.

Y aunque ahora se haga difícil evocarlos, aunque el corazón pese más que los pasos, sé que volverán a mí en algún momento, limpios de pena. Porque así funciona la memoria: transforma el dolor en ternura, y el pasado en refugio.

25.5.09

Asco y pena

Ocurrió ayer por la tarde, en una preciosa localidad de la provincia de Cáceres, a donde nos dirigíamos, como en tantas otras ocasiones, para disfrutar de un magnífico evento musical: el Réquiem de Tomás Luis de Victoria.

Llegamos con bastante antelación, así que decidimos matar el tiempo tomando un café o un refresco en la primera cafetería que encontráramos abierta. Tras caminar unos minutos, dimos con un restaurante que en su planta baja hacía las veces de bar y cafetería. Apenas había clientes: una pareja detrás de la barra, otra pareja con una niña de unos diez años, y un hombre grueso, cabeza rapada, que se hacía notar demasiado.

Este tipo, que decía tener 37 u 38 años, hablaba en un tono demasiado alto para un local tan tranquilo, intentando hacerse el centro de atención, con cerveza en mano y evidentes signos de que no era la primera que se tomaba. Su discurso, cargado de odio y prepotencia, era una letanía de insultos y amenazas: presumía de echar de ese bar a todo “maricón”, “moro” y “sudaca” que osara entrar, a pesar de no ser dueño ni tener relación directa con el negocio.

Sus “perlas” no acababan ahí. Propagaba la supremacía del hombre sobre la mujer, reclamando obediencia absoluta y mano dura si esta no se cumplía. Se vanagloriaba de adiestrar perros de razas peligrosas —Pit Bulls, Rottweilers, Dobermans— para enseñarles a atacar y de organizar peleas de estos animales, algo que escuché con horror.

Lo más inquietante llegó cuando, ante la pareja y la niña que le acompañaban, se mostró orgulloso de un tatuaje de las SS nazis en su espalda. Con una sonrisa macabra, afirmaba que aquellos eran “tipos cojonudos” capaces de matar a más de 1.500 judíos en media hora.

En menos de cinco minutos, ese individuo desplegó un catálogo de odio, racismo y violencia que hizo imposible seguir en ese lugar. Apenas pude terminar mi refresco antes de salir a buscar aire fresco, porque necesitaba escapar de la atmósfera asfixiante que aquel energúmeno respiraba y hacía respirar a los demás.

Sentí un profundo asco al salir, y aún tuve que alejarme varios metros para que su voz, alta y cavernaria, no me llegara a los oídos en el silencio de la tarde. Pero no sólo me dio asco: sentí también una inmensa pena. Pena por ese pobre diablo, escoria humana incapaz de vivir con dignidad, pero sobre todo pena por los que le escuchaban sin intervenir, incapaces, quizá, de poner freno a sus barbaridades. Y pena terrible por la niña de apenas diez años que le acompañaba, inocente testigo de aquel cúmulo de odio y desprecio.

Es en momentos así cuando uno se da cuenta de que la ignorancia y el odio no sólo dañan a quienes los profesan, sino también a quienes los soportan.


23.5.09

Patrick Swayze: "Estoy vivo"

Por todos es ya sabido la dura batalla que está librando el actor Patrick Swayze contra una enfermedad terrible, de la cual muy pocos logran salir con éxito. Pero lejos de tirar la toalla, Patrick ha decidido seguir trabajando en los proyectos en los que estaba inmerso antes de recibir el diagnóstico.

Durante estos 18 meses de lucha, ha sido víctima —como ya he comentado AQUÍ y también AQUÍ en ocasiones anteriores— de múltiples rumores y noticias falsas sobre su estado de salud. La más reciente, hace apenas unos días, cuando una prestigiosa emisora de radio estadounidense anunció su fallecimiento tras la publicación de unas fotografías duras, donde se hacía evidente su delicado estado físico. Fotografías que, por respeto, aquí no tendrán cabida.

Ya debe ser suficientemente difícil y doloroso vivir y pelear contra esta enfermedad, como para tener que estar continuamente demostrando que todavía tienes fuerzas para seguir adelante. Que los rumores se propaguen como la pólvora en estos tiempos de comunicación vertiginosa —y no siempre fiable— obliga a Patrick a aparecer en imágenes para desmentir esas noticias infundadas.

En la fotografía que acompaña a este texto, podemos ver al actor hace apenas unos días, junto a su esposa, en su rancho de Nuevo México. Allí asegura estar terminando una autobiografía que se publicará este otoño, en la que narra, entre otras cosas, este duro y difícil proceso vivido durante el último año y medio.

Quien no quiera entender las cosas, sin necesidad de leer entre líneas, que no lo haga. Pero que respeten y dejen vivir lo que le quede de vida a una persona que nunca ha vendido su privacidad, ni se ha caracterizado por una vida escandalosa, y que está demostrando una entereza y fuerza dignas de admiración… con un par de cojones.


21.5.09

Fallece la abuela blogera


Los que llevamos ya algún tiempo en este mundillo de la Blogosfera hemos podido ver y disfrutar de bitácoras de todo tipo. Sería interminable enumerar la variedad de blogs por los que nos hemos paseado. Hace algo más de un par de años se hizo muy célebre un blog titulado "A mis 95 años" donde nos contaba las vivencias de una mujer de muy avanzada edad que lógicamente había visto como casi todos sus amigos y allegados generacionales habían fallecido ya y como internet le había abierto una ventana al mundo donde podía aprender muchísimas cosas y hacer muchas amistades.
El blog en cuestión, en realidad fué un regalo que le hizo su nieto con motivo de su cumpleaños, y fué ese mismo 23 de diciembre de 2006 cuando se incició su andadura.
A partir de ahí fué uno de los blogs más célebres de la blogosfera, con cientos de miles de visitas de todos los rincones y lugares del mundo, en la cual me incluyo , ya que han sido muchas las visitas que he realizado en este tiempo y así poder ver el mundo de internet desde los ojos de una persona con mucha vida e historia recorrida.
Hoy, María Amelia López, conocida por todos los que formamos parte de este mundillo como la abuela blogera, ha fallecido en la localidad Coruñesa de Muxía a los 97 años.
La Blogosfera se ha quedado sin uno de sus integrantes más populares, y de alguna manera se siente algo huérfana. Descanse en paz.

19.5.09

This is it. Trailer oficial de la serie de conciertos.

Efectivamente, es un teaser-tráiler, como si de una película se tratara. Pero viendo las cifras que se manejan —los 40 conciertos programados, todos con localidades agotadas, sumando más de un millón de entradas vendidas—, desde luego no desmerece en absoluto. Se habla de un coste total del show que podría superar los veinte millones de dólares, lo que no es moco de pavo, pues no escatiman ni en medios ni en personal para ofrecer un espectáculo a la altura.

Aquí tenéis el video promocional. Aunque es cierto que no aporta nada nuevo, es un magnífico montaje visual que recorre algunos momentos inolvidables de una de las más grandes estrellas de la música de todos los tiempos.

Los aburridos, los detractores —que los hay y muchos— ya están preparando su cansina y manida monserga: cirugías estéticas, cambios en el color de la piel, extravagancias, juicios, y toda esa carroña amarillista que consumen con voracidad. En fin, quien no sepa distinguir una cosa de la otra que siga en su mundo, y que me diga alguien si, sobre un escenario, hubo, hay o habrá alguien con la misma magia y fuerza visual. Esa persona está invitada a cenar.

18.5.09

Mario Benedetti


Sigo en pie
por latido
por costumbre
por no abrir la ventana decisiva
y mirar de una vez a la insolente
muerte
esa mansa
dueña de la espera

sigo en pie
por pereza en los adioses
cierre y demolición
de la memoria

no es un mérito
otros desafían
la claridad
el caos
o la tortura

seguir en pie
quiere decir coraje

o no tener
donde caerse
muerto.

Ha fallecido Mario Benedetti a los 88 años en su casa de Montevideo. Benedetti es todo un referente de la literatura contemporanea y sobre todo uno de los poetas más destacados del pasado siglo y de lo que llevamos de este, ya que practicamente no ha dejado de escribir hasta sus últimos días. Os dejo a modo de pequeño y humilde tributo este poema titulado "En pie".

15.5.09

Suerte. Nacho García Vega con "Rico"

Ahora que, por desgracia, acaba de dejarnos todo un artista y mago de la palabra como fue Antonio Vega, es justo hacer un digno reconocimiento al otro 50% de Nacha Pop: su primo Nacho García Vega. Y es que, aunque en todo grupo o formación suele haber uno que sobresale más, que alcanza mayor notoriedad o incluso se convierte en mito en vida —como ha sido el caso de Antonio—, otros con el mismo mérito no siempre reciben el reconocimiento generalizado que merecen.

Cuando Nacha Pop se disolvió allá por 1988, los dos pilares básicos del grupo siguieron caminos separados. De Antonio Vega poco hay que decir —y menos estos días que tanto se le recuerda—; continuó su carrera en solitario, siempre bajo la sombra de Nacha Pop, pero construyendo una leyenda urbana como pocos cantautores.

Por su parte, Nacho decidió formar el grupo Rico junto a Carlos Brooking —también miembro original de Nacha Pop— y Fernando Illán, otro músico experimentado de la movida madrileña. La aventura duró entre 1990 y 1993, período en el que editaron tres discos. Luego, Nacho, al igual que su primo, siguió una carrera en solitario, publicando otros dos discos más, hasta la reunión de Nacha Pop hace apenas dos años, que tristemente se vio interrumpida por el fallecimiento de Antonio.

De las canciones de Rico, me quedo con esta, titulada “Suerte”. Os dejo un video para que disfrutéis de este magnífico tema, extraído de un programa de TVE de principios de los 90, donde en los primeros instantes podemos ver al periodista Manuel Campo Vidal.

Así que eso, “Suerte” a todos: a los que la desean, a los que no, a los que la tienen y a los que carecen de ella. Por cierto, ¿creéis que la suerte se busca o es ella quien te encuentra a ti?

14.5.09

La romántica de la derrota


No pudo ser. La gesta de hace ya veinticinco largos años no se pudo repetir, a pesar de que en la primera parte del partido tocamos la gloria con los dedos. Es una pena, porque había tanta gente con la ilusión de ver al Athletic levantar una copa un cuarto de siglo después; y muchos de esos aficionados ni siquiera habían nacido cuando aquello sucedió.

Solo nos queda felicitar al Barcelona, justo campeón, y preguntarnos si tendremos que esperar otros veinticinco años para vivir una noche como la de ayer. ¿Estaremos aquí para contarlo? ¿O será este el comienzo de muchas otras ilusiones por venir?

Hoy por hoy, no podía esperar otro resultado que la derrota, aunque a perder siga sin acostumbrarme

.De los nacidos para perder,
de los que viven muertos de sed,
prima del alma, desnúdame,
y aquella tarde aprendí a correr,
donde una y una sumaban tres,
de los nacidos para perder,

12.5.09

Ese chico triste y solitario


LUCHA DE GIGANTES (EL MOMENTO)

Lucha de gigantes, convierte,
el aire en gas natural.
Un duelo salvaje advierte,
lo cerca que ando de entrar,
en un mundo descomunal,
siento mi fragilidad.
Vaya pesadilla, corriendo,
con una bestia detrás.
Dime que es mentira todo,
un sueño tonto y no más.
Me da miedo la enormidad,
donde nadie oye mi voz.
Deja de engañar
no quiero ocultar
Que has pasado sin tropezar.
Monstruo de papel
no se contra quien voy,
o es que acaso hay alguien más aquí.
Creo en los fantasmas terribles
de algún extraño lugar,
y en mis tonterías para
hacer tu risa estallar.
No quiero ocultar
que has pasado sin tropezar.
Monstruo de papel,
no se contra quien voy
O es que acaso hay alguien mas aquí.
Deja que pasemos sin miedo.

A la memoria de Antonio Vega, fallecido hoy en Madrid a los 51 años. La letra añadida es del tema "Lucha de gigantes(el momento)" tal vez mi canción favorita de Nacha Pop.

11.5.09

La final de copa

Hubiera sido un momento ideal para bajar el telón… pero no va a ser así.

Este miércoles se juega la final de la Copa del Rey. Muchos, los no futboleros, pensarán: “¿Y qué?”. Yo tampoco soy un fanático del fútbol; me gusta ver un buen partido, un Mundial, una final de Champions, pero no dejo lo que tenga que hacer por ver un encuentro más.

Soy del Athletic de Bilbao, y quien me conoce lo sabe. El Athletic es quizás el último romántico del fútbol español: un equipo con historia, tradición y orgullo, que, a pesar de las dificultades de los últimos años, sigue ahí, al pie del cañón, sin haber descendido nunca a Segunda División. Pero lo de este año es especial: hemos llegado nada menos que a la final de la Copa del Rey, enfrentándonos al todopoderoso FC Barcelona.

Está claro que ganarles será complicado, pero la ilusión está viva, más aún teniendo en cuenta que llevamos ya 25 años sin ganar un título y 24 sin pisar una final de Copa. Sé que será difícil, aunque sé que toda la afición madridista, recelosa aún del 2-6 que los blaugranas nos endosaron hace poco en su casa, apoyará a los leones de San Mamés.

Será una misión casi imposible, pero si el Athletic gana, sin duda pondrá un toque de color y alegría a unos días un tanto grises.

28.4.09

Un trienio


Hoy hace tres años que comenzé con esta particular manera de evasión. Podría ser un momento ideal para bajar el telón y apagar las luces. Podría serlo.

25.4.09

Alberto Fernández" El Galleta"


 Hoy, una vez más, gracias a esa máquina del tiempo llamada YouTube, que entre otras cosas nos permite regresar a épocas pasadas , no sé si mejores, pero sin duda distintas, estuve viendo algunos vídeos de gestas ciclistas inolvidables, de esas que nos hacían contener la respiración frente al televisor en las largas tardes de verano. El ciclismo, como la vida, suele ser injusto. Y a menudo deja en la cuneta del olvido a héroes que dieron todo por la gloria, sin que esta, caprichosa y cruel, les correspondiera como merecían.

Y es que la fiebre del ciclismo en España no comenzó con Miguel Indurain, como algunos creen. Mucho antes de que el gigante navarro acaparara portadas, ya hubo corredores que encendieron la pasión por el pedal y escribieron páginas gloriosas en las grandes vueltas. Corría el año 1983 y un puñado de ciclistas españoles hizo historia en el Tour de Francia y en el Giro de Italia. Entre ellos, un nombre que aún resuena con fuerza entre los verdaderos aficionados: Alberto Fernández.

Tal vez para muchos su nombre suene lejano o apenas familiar, pero para quienes amamos este deporte, Alberto “El Galleta” Fernández fue uno de los corredores más completos y prometedores de su generación. Un guerrero del asfalto. Un hombre Tour antes de que el término se hiciera popular. Un ciclista total: valiente en la montaña, implacable en la contrarreloj, constante en la media distancia y tenaz en la adversidad.

Aunque nació en 1955 en Cuena (Cantabria), su infancia y juventud transcurrieron en Aguilar de Campoo, en la provincia de Palencia. Allí, en el corazón de la comarca galletera por excelencia, se ganó su apodo. Gullón, Ruvil, Fontaneda, Tefe y Fontibre fabricaban dulzura, pero él repartía épica en cada pedalada. Se decía que nueve de cada diez galletas españolas salían de Aguilar, pero también que de sus calles salió uno de los talentos más brillantes del ciclismo español.

En solo siete años como profesional, Alberto firmó un palmarés envidiable: décimo en el Tour de Francia, podio en la Vuelta a España en dos ocasiones (segundo en 1984 y tercero en 1983), tercero en el Giro de Italia, y múltiples victorias de etapa en las tres grandes. Treinta triunfos en otras carreras adornan su leyenda.

Pero si hay una historia que define la injusticia poética de su trayectoria, es la de la Vuelta a España de 1984. Alberto llegó al límite de sus fuerzas, entregando cada gramo de energía por el sueño de vestirse de oro. Lo rozó. Acarició el triunfo. Pero se quedó a solo seis segundos del francés Eric Caritoux, un corredor al que el destino le regaló aquella victoria como un suspiro, y que nunca más volvió a ganar una gran carrera. Mientras tanto, Alberto , más fuerte, más completo, más luchador, se quedó sin ese título que el ciclismo le debía.

A sus 28 años, con el futuro aún abierto de par en par, todo hacía pensar que lo mejor estaba por llegar. Era el momento de la madurez, del asentamiento entre los grandes, del golpe de autoridad. Pero la vida, como la carretera, tiene curvas que no se ven venir.

Alberto Fernández no ganó una gran vuelta. No hizo falta. Ganó algo más difícil: el respeto, la admiración y el recuerdo imborrable de quienes saben reconocer a los verdaderos campeones, más allá del podio. En cada puerto que subía con el rostro desencajado, en cada cronómetro que disputaba con la rabia justa, nos hizo soñar. Y eso, en el fondo, es lo que queda.

Hoy, al ver esas imágenes sepia de esfuerzo y gloria, uno no puede evitar sentir un nudo en la garganta. Porque el “Galleta” no fue solo un ciclista: fue un símbolo. Un testimonio de todo lo que el deporte puede enseñar: humildad, lucha, sacrificio… y también, por qué no, la dignidad de caer sin haber sido vencido.


Pero todo se truncó de forma brutal un 14 de diciembre de 1984. Cuando regresaba de recoger el premio al mejor ciclista español del año, y se dirigía hacia Aguilar de Campoo para asistir a un homenaje en su honor, el destino decidió apagar su luz para siempre. Un accidente de tráfico, tan cruel como absurdo, se llevó la vida de Alberto Fernández y la de su mujer. Dejaban atrás un hijo de apenas tres años, que no viajaba con ellos aquella noche maldita.

El ciclismo español se sumió en la tristeza. El pelotón perdió mucho más que a un campeón: perdió a un hombre joven, humilde, respetado y querido por todos, un deportista que no solo brillaba sobre la bicicleta, sino también fuera de ella. Un tipo sencillo, de los que saludaban a todos, de los que se ganan el cariño con hechos, no con gestos grandilocuentes. Su muerte dejó un hueco que aún, décadas después, no ha podido llenarse del todo.

Las muestras de dolor se multiplicaron en todo el país. Compañeros, rivales, aficionados… Todos sabían que aquel chico de rostro amable y piernas de acero estaba destinado a grandes cosas. Que su mejor victoria aún estaba por llegar. Que su historia debía haber tenido otro final.

Pero aunque la carretera se lo llevó demasiado pronto, su memoria no se perdió en ninguna cuneta del tiempo. Desde entonces, Alberto Fernández Blanco se ha convertido en un símbolo del ciclismo español, en un referente eterno de esfuerzo, talento y nobleza.

Hoy, una calle en Palencia lleva su nombre, al igual que el polideportivo de Aguilar de Campoo, su segunda patria. Todos los años se celebra una marcha cicloturista en su honor, y un monolito recuerda su figura en la tierra que le vio crecer y pedalear por primera vez. No es una estatua cualquiera: es un grito silencioso de admiración, un recordatorio de que los héroes no mueren mientras alguien los recuerde.

Su hijo, Alberto Fernández Sainz, tomó el testigo. Desde 2007 es ciclista profesional y ha vestido los colores del equipo Xacobeo Galicia. Lleva consigo el apellido y, quizás, una promesa no dicha: la de seguir rodando por los caminos que el destino le negó a su padre. Ojalá la historia le devuelva parte de aquella gloria robada, no por capricho del pelotón, sino por la violencia del azar.

Desde este pequeño rincón en la red, un recuerdo sincero para Alberto Fernández Blanco, para el ciclista que soñaba en grande, para el hombre que lo daba todo sin esperar nada, para “El Galleta”, cuya leyenda sigue rodando, como un pelotón que nunca se detiene.

22.4.09

Duetos imposibles, en este caso trío

Escuchar juntos a dos grandes como Freddie Mercury y Michael Jackson… ¿imposible? Pues no, en realidad sí es posible. De hecho, lo que circula por ahí es una maqueta de la canción State of Shock, que Freddie grabó con Michael en los años 80.

No está del todo claro por qué finalmente el tema se editó como dueto con Mick Jagger en vez de con Mercury. Unos dicen que a Freddie no le terminó de gustar la canción, otros que no tuvo tiempo de grabarla completa durante los pocos días que estuvo en Los Ángeles antes de retomar la gira con Queen. Sea cual sea la razón, el resultado con Jagger no suena nada mal, y la canción formó parte del disco Victory de The Jacksons —último álbum en el que Michael participó junto a sus hermanos— y no en un disco en solitario como se había previsto inicialmente.

Hoy en día, con un poco de paciencia y talento, es posible crear duetos increíbles. De casualidad me topé en YouTube con uno de esos mashups que, a primera vista, podrían parecer una frikada más, pero que a mí me parecen una genialidad por lo bien que están ensamblados los temas.

En este caso, mezcla canciones como I Want to Break Free de Queen, Black or White de Michael Jackson, y un par de temas de Belinda Carlisle. Ya sé que pedir que veáis un vídeo de cuatro minutos —que en realidad es más para escuchar que para ver— puede ser mucho, pero queda aquí para los amantes de la buena música y para quienes disfrutan descubriendo joyas así. 

17.4.09

Lo dijo Federico


Yo soy español integral, y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más. Yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista abstracta por el solo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula; pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego no creo en la frontera política.

Entrevista realizada por Luis Bagaría a Federico García Lorca y publicada en el diario "El sol" el 10 de junio de 1936.

15.4.09

Corre Sylvester corre


Como la promoción de películas comienza mucho antes de que se inicie el rodaje, no es de extrañar que ya empiecen a salir fotografías del set en plena faena. En este caso, hablamos de The Expendables, la nueva película que dirige e interpreta Sylvester Stallone y cuyo anuncio se hizo hace ya varios meses, con un elenco de lujo.

En las imágenes, tomadas recientemente en Río de Janeiro, donde se están filmando varias escenas, podemos ver a Stallone junto a otros pesos pesados del cine de acción: Jason Statham (en una foto con gorra verde), Jet Li, Mickey Rourke, Dolph Lundgren, Randy Couture e incluso Arnold Schwarzenegger, que tendrá un papel pequeño. Por desgracia, Forest Whitaker no participará, aunque sí Eric Roberts.

La trama, como ya adelanté en enero, sigue las peripecias de un grupo de mercenarios que se adentran en un pintoresco país africano para derrocar a un dictador que lo gobierna con mano de hierro.

En cuanto a Stallone, luce mucho más delgado que en su anterior papel como John Rambo y parece estar en una forma envidiable, listo para afrontar todos los peligros que le esperan en esta aventura explosiva.

Sin duda, estaré atento a todas las novedades sobre la película, que promete acción y nostalgia para los amantes del cine de acción clásico.

14.4.09

Algunas fotos de estos días


Cuatro días de relax, tranquilidad y sosiego en Brovales y alrededores, que verdaderamente me han sabido a muy poco, pues han pasado tan rápido y fugaz que apenas he tenido tiempo de aclimatarme a una atmósfera, un ambiente, un silencio y una serenidad de la cual carecemos en nuestra rutina diaria. Lo malo es que solemos darnos cuenta cuando ya han pasado esos días. Ahí van algunas fotillos de este lapsus vacional de semana santa, aunque vendrán más de alguna cosa específica en los próximos días.

8.4.09

Gomorra


.

Cuando apenas había leído unas pocas páginas de Gomorra, empecé a comprender el precio que está pagando su autor, Roberto Saviano. Y es que este libro no es una novela al uso. Como dice la frase publicitaria, es un viaje al corazón del imperio económico y del sueño de poder de la Camorra, la mafia napolitana.

Desde la corruptela sin límites en el puerto de Nápoles —que controla casi la totalidad de la mercancía mundial procedente de China— hasta los negocios más cruentos, sucios ajustes de cuentas, venganzas e intereses que abarcan desde las esferas más bajas hasta las más altas, Saviano destapa una realidad brutal.

Se necesita un valor enorme para escribir una obra así. No por narrar hechos que muchos hemos escuchado en prensa, radio o televisión, sino por dar nombres y apellidos, revelar familias, infiltrados y asesinatos. Expone la red de poder que mueve la guerra entre clanes por controlar absolutamente todo.

En primera persona, Saviano relata los negocios más sangrientos de esta tela de araña que cubre Nápoles y alrededores. Desde el vertido ilegal de residuos tóxicos en terrenos que luego se venden, causando graves daños a la salud de los habitantes, hasta las amenazas, chantajes y violencia constante que sufren quienes están atrapados en ese infierno.

Saviano sabía dónde se metía, lo que iba a contar. Jamás imaginó que su libro sería un éxito internacional, con más de dos millones y medio de ejemplares vendidos, y es precisamente ese éxito lo que le ha condenado a una suerte de muerte en vida.

Hoy, con menos de treinta años, Roberto Saviano vive en paradero desconocido, protegido las 24 horas del día por escoltas policiales y sin poder pasar dos noches seguidas en el mismo lugar.

En una reciente entrevista declaró: “Lo que más molesta a la Camorra no es exactamente la palabra, sino la palabra cuando genera tensión... La palabra como tal, así a secas, les trae sin cuidado; lo que no soportan es que esa denuncia tenga tantos lectores. Esa es la diferencia entre Rushdie y yo. A Rushdie lo condenaron con una fetua por haber escrito Los versos satánicos; a mí me han condenado porque el libro se ha leído mucho. Es el éxito lo que me ha condenado a muerte.”


6.4.09

Puro sonido Liverpool


Paul McCartney y Ringo Starr, los dos supervivientes de The Beatles —un grupo que tal vez suene a más de uno, aunque viendo el panorama musical actual y la empanada cutre-salchichera que reina en los números uno, sobre todo en este país, no me extrañaría nada que a más de uno ni siquiera les suene— se reunieron de nuevo sobre un escenario tras muchos años. Creo que la última vez fue en 2002, en el homenaje a George Harrison. Esta vez fue en Nueva York, en un acto benéfico, donde lograron encandilar y llenar de nostalgia a los asistentes con algunas de las canciones que el cuarteto de Liverpool popularizó en aquellos ya lejanos años sesenta.

En momentos así siempre me pregunto: ¿habrían vuelto Los Beatles a reunirse al completo si no fuera porque un desequilibrado vació el cargador de un revólver a bocajarro sobre John Lennon, también en Nueva York, en 1980? Y mi respuesta es sí. Creo que, en más de una ocasión, hubiésemos tenido la suerte de ver a George, Paul, Ringo y John juntos, ya fuera presentando nuevas canciones o de gira por los escenarios más importantes del mundo.

Ahora, lo único que nos queda a los admiradores de aquellos que fueron más populares que Jesucristo —palabra de Lennon, amén— es conformarnos con la música en solitario de Paul, con alguna cosilla de Ringo, que tampoco está nada mal, con regalitos como el de este acto benéfico, y, sobre todo, con aquellas viejas canciones que siguen siendo fuente de inspiración para muchos, para aquellos que, por desgracia, la creatividad y la originalidad las perdieron por el camino o quizás nunca estuvieron cerca de tenerlas.

3.4.09

Mamá. Breve pero efectivo cortometraje.

 

“Mamá” es un cortometraje tan breve que apenas dura tres escasos minutos. Si por el título pensáis que se trata de una historia tierna, entrañable y familiar, os adelanto que no es así. Aunque sí transcurre en el ámbito familiar, la historia toma un rumbo muy distinto.

Este minifilm, sin grandes pretensiones técnicas ni artísticas, cumple a la perfección el objetivo que seguramente se marcó su director: atraparte y hacerte sentir, en muy poco tiempo, una historia intensa, incómoda y sorprendente.

No os quedéis con la duda y atreveos a pasar esos minutos con esta particular “Mamá”. Seguro que no os dejará indiferentes.

1.4.09

El mundo


Confieso que, habitualmente, me siento reticente ante aquellos libros que llegan precedidos por el eco del éxito y las múltiples condecoraciones literarias. Me produce cierto recelo observar cómo una obra ha sido laureada con los galardones más prestigiosos y cuantiosamente remunerados, pues, al fin y al cabo, quienes integran los jurados —ya sea en literatura, cine, música o deporte— no son sino individuos con opiniones y criterios tan subjetivos y cambiantes como los de cualquiera de nosotros. Su concepto de una gran obra puede divergir radicalmente del que cada lector alberga en su interior.

No obstante, El mundo, de Juan José Millás, representa una grata excepción.

Esta obra, que combina elementos autobiográficos con la ficción de manera magistral, se revela como un auténtico deleite literario. Millás nos conduce a reencontrarnos con la mirada propia de la infancia, esa forma particular de aprehender el mundo que a menudo, con el paso de los años, tendemos a olvidar o matizar con el velo sepia de la nostalgia. Su prosa, cargada de inteligencia, ironía y ternura, transita con naturalidad y hondura, logrando que el lector no sólo recupere el asombro perdido, sino que también se sumerja en una reflexión íntima sobre la percepción de la realidad.

A pesar de la distancia generacional que me separa del autor, me he visto reflejado en muchos pasajes de la obra, como si Millás hubiera desenterrado imágenes y sensaciones que yacían dormidas en la memoria. Ha sido una experiencia evocadora, capaz de despertar en mí ecos dormidos de tiempos pretéritos, aunque teñidos ahora de una tonalidad grisácea, casi etérea.

El mundo ofrece así un doble viaje: hacia los recodos del pasado y hacia las profundidades del yo. Millás, con admirable destreza, logra articular una novela que, a la vez que es un ejercicio de introspección y autoanálisis, se erige como una invitación a redescubrir —desde la lucidez del presente— aquel universo particular que cada uno de nosotros albergó alguna vez.


29.3.09

¿ Os sobran 110 millones de euros?


Pues veréis, resulta que me he encaprichado de una casita. Nada del otro mundo, modesta como yo. Tiene solo 123 habitaciones, suficientes para invitaros a pasar un fin de semana todos juntos. Ocho garajes dobles, para que no falte sitio a vuestros coches. Una bolera, para echar unas partidas (y quemar alguna que otra cerveza), y una sala de cine con capacidad para 300 personas —ideal para proyectar mis clásicos favoritos y compartir palomitas con vosotros—.

Tiene diez cuartos de baño repartidos por toda la casa, por si os da un apretón y queréis evacuar tranquilamente. Cuatro bares surtidos con toda clase de botellas, tres cocinas para que pueda preparar mis platos y especialidades, un teatro para que deis rienda suelta a vuestros sueños artísticos, una pista de tenis y un gimnasio para mantenernos en forma.

Además, una cuadra con caballos pura sangre, un museo de muñecas y una ala entera destinada a guardarropa. Eso sí, el precio es un poco elevado para mi economía: 110 millones de euros. Y aunque está en oferta, sigo sin dar con la forma de pagarlo a tocateja.

Así que, si a alguno de vosotros le sobran 110 milloncitos y quiere hacerme un regalo sorpresa, que no se corte. Os estaría más que agradecido y os dejo usar la casa de vez en cuando para lo que queráis. Soy un tipo sencillo, nada exigente.

La propiedad pertenece a los herederos de Aaron Spelling, el famoso productor de cine y televisión que nos dejó hace un par de años. Entre sus éxitos están “Sensación de vivir”, “Vacaciones en el mar”, “Dinastía”, “Starsky y Hutch”, “Los Ángeles de Charlie”, “Melrose Place” y —redoble de tambores— “Harrelson” (perdón, quise decir “Los hombres de Paco”).

En fin, si alguien anda sobrado y no sabe qué hacer con tanta pasta, aquí estoy yo para ayudarle a darle buen uso.

26.3.09

Spandau Ballet también vuelve


Spandau Ballet, uno de los grupos más característicos y representativos de la década de los 80 también salen del baúl de los recuerdos. Y es que volver, todos vuelven, ya sea con la formación original o con algún que otro cambio, pero la lista de grupos y cantantes disueltos, algunos desde hace más de veinte años, como es el caso de los Spandau, es innumerable. Así a bote pronto, que yo recuerde, en los últimos años han regresado grupos como, Tequila, Europe, The Eagles, Led Zeppelin, Queen, Nacha Pop, Los Ronaldos, Toreros muertos, Duran Duran, Héroes del silencio, y un largo etcétera que agradecería que me recordarais. Yo no sé si es que el mundo de la música está fatal, falta de ideas, poca promoción a grupos nuevos, o lo único que hay son Bisbales, Bustamantes, Alex Ubagos y mucha chorrada, grupos, solistas, dúos y demás de estética poligonera. En fín. Lo que no voy a negar es que a mí particularmente no me disgusta el regreso de grupos ochenteros, ya sea por nostalgia adolescente o por recordar viejas canciones que escuchábamos en cintas de cassette.
En las fotografía superior los Spandau Ballet en su presentación de ayer mismo en Londres. En la inferior hace unos años, con una indumentaria y pelos ligeramente diferentes. De fondo estais escuhando "Gold", uno de sus mayores éxitos y que data del ya algo lejano año 1983.

24.3.09

Morcilla de Guadalupe


En Burgos, entre muchas otras exquisiteces gastronómicas, destacan sus famosas morcillas, que no voy a negar que están para chuparse los dedos en cualquiera de sus variedades. Pero haciendo un poco de patria, debo decir que la mejor morcilla del mundo la tenemos bien cerquita, en Guadalupe.

Es casi una obligación, al visitar esta preciosa localidad, degustar en alguno de sus bares o restaurantes situados en la plaza o alrededores, una tapita o ración de esta delicia.

En la foto podéis ver una de esas “tapitas” que me metí entre pecho y espalda este domingo mientras disfrutaba de la imponente fachada del monasterio y del excelente día que nos acompañó a Juanjo y a mí.

Si alguna vez pasáis por Guadalupe, no dejéis pasar la oportunidad de probar esta joya gastronómica que, sin duda, hará las delicias de vuestro paladar.



Fotografía: Alberto López Cordero