No fue en una galaxia muy, muy lejana donde me encontré aquella mañana, ni pilotando el Halcón Milenario junto a mi inseparable Chewbacca, ni esquivando asteroides perseguidos por una nave crucero. No hizo falta.
Era una tranquila mañana invernal, envuelto en la calma de mi hogar, recién tomado un café con leche, cuando irrumpió en escena un visitante inesperado y carismático: el mismísimo Darth Vader. Pero no vino con su espada láser a retarme a duelo, ni a arrastrarme hacia el lado oscuro, ni a susurrarme el eterno "I´mmmm youuuur fatheeeer".
No, esta vez Darth Vader vino cargado de un regalo singular, una joya musical que se tornó reliquia en mis manos. Una edición en DVD del concierto homenaje a George Harrison celebrado en el majestuoso Royal Albert Hall de Londres en noviembre de 2002.
Un tributo lleno de leyendas, de almas hermanadas por la música: Eric Clapton, Tom Petty, Sam Brown, Jeff Lynne, y los Beatles que compartieron la vida y la historia con Harrison, Paul McCartney y Ringo Starr. También estuvo allí Dhani Harrison, hijo de George, espejo vivo de aquel hombre que en la época dorada del cuarteto de Liverpool dejó su huella indeleble.
Fue un detalle sublime, un gesto de complicidad musical que Darth Vader Polo me regaló aquella mañana. Gracias, primo, por traerme el lado luminoso de la fuerza.
