Arde Malasaña

Ayer y hoy he visto las imágenes en televisión y no salgo de mi asombro. Parecía estar viendo la crónica informativa de Beirut o Gaza y Cisjordania. Pero no, era el barrio de Malasaña en Madrid, un barrio que me trae cientos recuerdos, ya que durante la mayor parte del año 2004 pude pasear por sus calles, unas veces ejerciendo mi trabajo y otras por el simple hecho de disfrutar de su entorno clásico y castizo. El caso es que ahora unos vándalos intentan distorsionar lo que es el día a día de el barrio de Malasaña, un barrio multicultural, tolerante que rebosa historia por cada uno de sus rincones.
Cuna de la "movida" Madrileña de principio de los ochenta, en el te puedes encontrar los garitos con más solera y tradición de la capital, sin dejar de ser un barrio un tanto familiar donde los pocos que aún resisten en sus calles a traves de las décadas añoraban un pasado mucho más sencillo y llano, donde habitaba el trabajador o emigrante que en la década de los cincuenta y sesenta decidiron cambiar de aires y probar fortuna en Madrid.
Hoy poco queda ya de aquello, pero se respiran ciertos aires de vanguardia y de modernidad que de una manera diferente han llenado de color sus calles.
Por historia y por tradición, Malasaña no merece hechos como los de estas últimas noches, precisamente un 2 de Mayo que fué cuando en 1808 Manuela Malasaña Oñoro, mostoleña de 15 años de edad y de profesión bordadora fue una de las víctimas en la jornada del levantamiento del pueblo contra las tropas francesas de Napoleón. Vivía en la calle San Andrés en el nº 18, y pertenece al distrito postal 4 de la capital de España.