Tormentas

Días de tormenta, y no me refiero al panorama político local, regional o nacional que también se las trae, me refiero a Tormentas de las de verdad, las de toda la vida, las de relámpagos, truenos y aguaceros a mansalva. En estos mismos instantes mientras miro por el cristal de mi ventana y veo el patio interior está cayendo la del pulpo granizo incluido, acompañado claro está de una descarga electrica que ríete de las pelis de Drácula. Es curioso ver como un chaval de unos ocho o nueve años hace caso omiso de los gritos peliagudos que le lanza su madre desde la terraza y sigue dándole a la pelota tan ancho y tan pancho.
En realidad creo que nadie sabe exactamente por qué las nubes de tormenta producen estas a veces acojonantes descargas eléctricas, pero la mayoría de los enteradillos en el tema cuentan que este fenómeno está relacionado con la altura a la que se encuentran las nubes de tormenta, es decir cuando una nube cargada de electricidad y mucha mala leche se acerca a otra nube con una carga distinta, o desciende a muy baja altura, puede soltar un trallazo eléctrico o relámpago de toda la vida.
Precauciones a tener en cuenta:
1. Si quieres estar a salvo de los rayos durante la tormenta, no te pongas nunca en su camino (¡toma consejo científico¡).
2. Si estás en el exterior, aléjate de los árboles aislados, de las cimas, de los lagos y de las piscinas; si te sorprende en el desierto, acurrúcate en el suelo.
3. Si estás dentro de la casa, no toques los aparatos eléctricos o el teléfono, porque si el rayo “cae sobre tu cabeza”, pasará por las tuberías o los cables, pues éstos son una vía mucho más fácil que el aire. Por eso, las torres de radio y televisión atraen los rayos....y yo aquí tecleando¡¡