¿Quién se acuerda de Ángel Arroyo?

Si hablamos de ciclismo en España Miguel Indurain es sin duda el primer nombre que nos viene a la cabeza, ya que su palmarés a día de hoy puede que lo convierta en el mejor deportista Español de todos los tiempos (aunque yo no le dejaría solo en ese palmarés). Pero la verdadera a afición o el primer Boom mediático por este deporte se produjo unos años antes también en el Tour de Francia, concretamente en 1983 donde un Abulense y un Segoviano la liaron desafiando a los todopoderosos Bernard Hinault y Laurent Fignon. Del segoviano seguro habeis oido hablar algo,Pedro "Perico" Delgado, pero del Abulense pocos se acuerdan ya.
Ángel Arroyo Lanchas nació en 1956 en El Barraco, cuna de otros grandes guerreros del pedal como el tristemente desparecido José María "Chava" Jimenez o más recientemente Carlos Sastre. Ángel Arroyo es la historia del ciclista que pudo ser y no fué ya que encontró muchas trabas y mucho infortunio en su carrera. En 1982 tras unos primeros años geniales y esperanzadores se proclamó brillante vencedor de la Vuelta a España, pero dos días después le desposeyeron del título a causa de un positivo en un control antidoping en el que también fueron descalificados otros míticos ciclistas como Alberto Fernández, Vicente Belda y Pedro Muñoz. Ángel Arroyo negó haber consumido alguna sustancia dopante y el Reynolds, equipo en el que militaba pidió un contraanálisis en el que volvió a aparecer la sustancia llamada "Metilfenidarofacetoperano". El ganador oficial fué otra leyenda, Marino lejarreta.
Pero Ángel Arroyo no se vino abajo y quiso demostrar su categoría en el Tour de Francia del año siguiente en el cual lideraba un equipo, el Reynolds, en el que también figuraba un tal Perico Delgado al cual tras esta edición le apodaron en el pais Galo "el loco de los pirineos", por su innovadora y suicida manera de bajar los puertos.
Aunque no tuvo un buen comienzo, en las etapas reinas de montaña se vivieron auténticas batallas que llamaron poderosamente la atención de los medios de comunicación y a mediados de la ronda TVE decidió por vez primera retrasmitir en directo una gran vuelta ciclista. Terminó en segundo puesto del podio de Paris, por detrás de Laurent Fignon, con la triste sensación de todo el mundo que tal vez podía haber estado en lo más alto.
Días despues de finalizar la ronda confesó haber cometido un grave error, tras su llegada a la meta de la cima de las 21 curvas no pudo vencer al hambre y se bebió con ansia un litro de leche helada en vez de esperar a la comida equilibrada preparada por su equipo. Eso le hizo perder al día siguiente en La Plagne ocho minutos, en una etapa en la que los corredores también habían tenido que superar puertos tan terroríficos como el Galibier y la Madeleine.
Después llegó la mala suerte, el infortunio, las caidas y las lesiones, de las cuales no llegó nunca a recuperarse del todo y en 1988 cansado de llegar en los últimos años casi siempre en la cola del pelotón decidió colgar la bicicleta. Sirva este post como pequeño homenaje a uno de nuestros héroes del Tour que logró popularizar el ciclismo en España.