Días de cursos

Llevo ya dos semanitas que "pa qué". La semana pasada todas las tardes a Badajoz para hacer un curso de jefe de equipo y esta semana en Villanueva de la Serena haciendo otro de jefe de oficina. Esto supone levantarse todos los días sobre las seis de la mañana (sí, ya sé que debería estar prohibido levantarse a esa hora), trabajar hasta las dos y media, llegar a casa con el tiempo justito para comer, o más bien engullir por las prisas, y salir echando leches para el curso con bastantes kilómetros por delante en carretera ideales para una buena digestión. Pegarse una panzada de ordenador y charlas con el curso respectivo, para al fin y al cabo no saber si esto nos servirá en un futuro para algo, ya que tal y como están las cosas, si nos quedamos como estamos, podemos estar más que satisfechos. Salir del curso, otra vez carretera y "top" manta, llegar a casa a una hora en la cual los vampiros ya llevan bastante rato haciendo de las suyas sin peligro a ser desintegrados por el sol.
Eso me impide actualizar con toda la frecuencia que quisiera, y mira que tengo posts pendientes, pero llega uno a casa con ganas de cenar lo justo y necesario y meterse en el sobre hasta mañana, donde me espera una jornada similar. Siento no poder visitar vuestros blogs de una manera digna, aunque espero recuperar la normalidad la semana que viene y ver que tal andan vuestros respectivos espacios de evasión. Echo de menos también mi cabezadita de sobremesa. La fotografía es de ayer por la tarde en un pequeño descanso. Lo dicho, me voy a mirarme los párpados por dentro. Buenas noches a todos.