Asesinos de mierda

No sois nada más que un puñado de cobardes, de asesinos, de locos psicópatas, de gentuza sin iniciativa propia. Teneis el cerebro lavado por unos cuantos que os manejan a su antojo como si fuerais muñecos de trapo. Sois escoria, reclamais una serie de supuestos derechos sin tener el maravilloso don de la palabra. No sabeis convencer y pretendeis imponer por la fuerza lo que no sois capaces de implantar en una sociedad que está cansada de ir con miedo por la calle. Buscais vuestros rebaños en la gente más vulnerable, en jóvenes fáciles de manipular, en gente sin ningún tipo de sentimiento en sus entrañas, sin ningún sueño de cumplir, sin creatividad, sin esperanzas, sólo un mañana negro donde poder buscar un agujero donde esconderse. Dais asco, pero dais tambien mucha pena. Fanáticos de mierda, exhaltados, violentos, ladrones, mafiosos, hijos de puta, con todos los respetos para una profesión que muchas mujeres ejercen con mucha más dignidad de la que teneis vosotros y los descerebrados que os apoyan, directa e indirectamente, los que callan, los que no ponen los puntos sobre las íes de una puñetera vez. Ójala supierais lo que es el dolor que sienten esas familias a las que les habeis arrebatado a tantos y tantos seres queridos. Pero esa es la diferencia entre nosotros y vosotros, que nunca os daríamos vuestra propia medicina, porque sabemos valorar la vida y sobre todo lo que significa una persona para todos aquellos que tienen un mínimo de sentimiento, porque también teneis madres, padres, hermanos incluso hijos que no os gustaría ver despedazados por una miserable y cobarde explosión. No sé si Dios existe, si hay algún tipo de justicia, pero ójala no volvierais a saber lo que es una mañana, una salida del sol, un día de verano, una tarde de paseo, un café con los amigos, todas esas cosas tan simples y rutinarias y de tanta importancia que ya no volverán a tener esos dos jóvenes asesinados y que sus familias tampoco podrán disfrutarlas como hasta ahora.