Durante muchos años no hizo otra cosa que caminar buscando utopías.
Una mañana, sin advertirlo, una de ellas le había encontrado a él, cuando ya empezaba a dudar de su existencia.
- Elige una. – Le dijo la utopía.
- ¿Una? ¿una qué?.
- Una utopía, ya sabes, algo imaginario o imposible.
- No puedo. Si consiguiera elegirla o imaginarla, dejaría de ser una utopía. Busco utopías, pero no tengo ninguna.
- Eso es imposible.Todo el mundo tiene una utopía. Todo es una utopía. La vida es una utopía.
-¿Y tú, utopía?, ¿tienes alguna utopía?
-Tú eres mi utopía, llevo años caminando buscándote.
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