Lisboa

                    

                    
                    Otra vez vuelvo a verte -Lisboa y Tajo y todo-
                    transeúnte inútil de ti y de mí,
                    extranjero aquí como en todas partes,
                    tan casual en la vida como en el alma....(Fernando Pessoa)

Otra vez vuelvo a verte Lisboa, aunque sea en fotografía, en estos tiempos en los que no nos sirven ni los GPS ni las brújulas, ya que perderse dentro de nuestros hogares es tan fácil como quedar cautivado por tu atractivo decadente. Anoche soñé que volvía a Lisboa. Debe ser que todas esas escapadas que se han truncado por el COVID19 hacen su acto de aparición cuando pierdo la consciencia y no distingo si viajo en tren, en avión o en coche. Y me hablan y me dicen.:- Oye, nos has dejado tiradas, prometiste volver y no lo has hecho¡¡ Y, cosas de la quimérica narcosis, que uno se despierta en mitad de la oscura tenebrosidad de la noche con cierto cargo de conciencia de incumplimiento.

Pero soñé que volvíamos a montar en tranvía que nos subía de nuevo al castillo de San Jorge en el barrio de Alfama,  a comer bacalao mientras escuchamos un fado, canciones que sollozan los sinsabores de la vida, como los de estos días.

Y regresábamos a la torre de Belem y al monumento a los descubridores, que siguen vigilando el atlántico con los ojos puestos en África y América. El sueño terminó en la plaza del comercio, deleitándonos de un hermoso atardecer y una increíble puesta de sol sobre el río. 

Al despertar, me embarullaba el sueño y los recuerdos. Se revolvían en una coctelera que al añadirle el primer café de la mañana comenzaron a desprenderse y a ocupar cada uno de ellos el lugar que le corresponde. Lisboa, volveremos, te lo prometo.