Leo con asombro y preocupación el artículo publicado en el diario HOY acerca del accidente sufrido por un compañero repartidor de Correos la mañana del día 20 de diciembre en la calle Holguín.
Permítanme aclarar y desmentir varios puntos que, a mi juicio, distorsionan la realidad de los hechos y que considero necesario compartir para evitar malentendidos.
En primer lugar, no es cierto que los trabajadores de Correos insultasen al fotógrafo de HOY mientras realizaba su trabajo. Las expresiones de desaprobación provinieron de un viandante, que junto a los compañeros del herido acudieron a socorrerle en los primeros instantes tras el accidente. Al observar la presencia del fotógrafo, y ante el evidente dolor del accidentado, le solicitaron con respeto que evitase perturbar la escena y alarmar innecesariamente a los curiosos congregados.
En cuanto a las causas del accidente, no se debe ni al exceso de velocidad ni a ningún tipo de imprudencia, como se sugiere en la publicación. El verdadero motivo fue el sobrepeso que portaba la cajonera trasera de la motocicleta — circunstancia habitual en esta época, dado que el volumen de correo se triplica durante las fechas navideñas. Apenas había recorrido unos pocos metros cuando la rueda delantera se levantó, provocando la caída del compañero, que impactó con todo su peso sobre el tobillo y la parte inferior de las piernas. En ningún momento sufrió daño alguno en la clavícula, tal como erróneamente señala el artículo.
Finalmente, hasta la fecha no se ha recibido ninguna queja vecinal respecto a la velocidad con la que circulan los repartidores de Correos en Mérida, quienes desempeñan su trabajo con la máxima responsabilidad y dentro de las posibilidades que les permite el entorno.
En resumen, se hace necesaria una información más rigurosa y ajustada a los hechos para no distorsionar la realidad y evitar alarmismos innecesarios.
Firmado:
Alberto López