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5.1.07

Gizeh


Ocurrió una noche del año 2002 en tierra de faraones.Una noche de esas que con el implacable e inmisericorde paso del tiempo va adquiriendo cada vez más valor y más sentimiento de nostalgia.De aquella noche guardo entrañables, agradables y frescos recuerdos, ya que como en otras muchas ocasiones la cámara de video fué también en aquella ocasión una extensión de mi brazo.
Fué al bajarnos de un taxi en los jardines del emblemático hotel Mena house, en El Cairo.Contemplabamos con admiración las pirámides que se alzan majestuosas en lo alto de la meseta de Gizeh, cuando de repente desaparecieron de nuestros ojos.Allí mismo, a unos escasos cientos de metros, se las había tragado la oscuridad de la noche Egipcia.Era similar a algo que nos había contado dias antes uno de los guias del viaje; todos los atardeceres la diosa Nut se tragaba a el dios Ra.
El fenómeno en cuestión en realidad no tiene nada de misterioso, es una jugadilla optica que se produce al apagarse los focos que las iluminan todas las noches para el espectáculo luminotécnico que realizan para los turistas, pero no deja de resultar curioso que sepas que están ahí esas milenarias moles de piedra y en un segundo solo contemplas la oscuridad que da entrada a la inmensidad del desierto.

2 comentarios:

Sonofotlon dijo...

Gizeh es uno de los tantos lugares que me gustaría visitar antes de morirme.

Alberto López Cordero dijo...

Yo estuve allí...y desde entonces vuelvo cada día.