Contar la historia de Lon Chaney es contar la historia de la la primera estrella del cine de terror. Su vida, como la de muchas otras estrellas de principios del siglo XX, está cargada de innumerables elementos dramáticos que bien podrían ser llevados a la gran pantalla. Nacido en 1883 en Colorado Springs, era el segundo de cuatro hijos varones de padres sordomudos en un entorno extremadamente humilde, donde la enfermedad y la muerte solían llamar a las puertas de su casa con bastante insistencia. El mito y la leyenda, aunque sobre todo su personalidad, han convertido con el paso de los años a la figura de Lon Chaney, en algo más que un misterio. Se dice que no pronunció una sola palabra hasta la edad de ocho años, pues se comunicaba con sus padres mediante el lenguaje de signos y por mímica, algo que fué determinante y característico en su talento de sus posteriores interpretaciones en el cine mudo de la época.
Tenía tan sólo diecinueve años cuando contrajo matrimonio con una joven y talentosa cantante de nombre Cleva a quien conoció en Oklahoma en 1905 y tan sólo al año siguiente tuvieron un hijo al que llamaron Creighton, el cual años más tarde sería conocido como Lon Chaney Jr. Tras una breve estancia en Chicago, se mudaron a Los Ángeles, cumpliendo su deseo de vivir en la costa oeste.
Al poco tiempo de llegar Lon consiguió un trabajo como comediante, cantante y bailarín junto a dos cómicos Alemanes con los que trabajó durante una temporada en San Francisco. Durante esa etapa matrimonio se fué degradando poco a poco y en San Francisco la situación se volvió insoportable. Allí su mujer, Cleva, disfrutó de un gran éxito desarrollando su profesión como cantante y fue muy requerida en las mejores salas de la ciudad , eclipsando completamente la fama incipiente de su marido. En estos años comenzaron los excesos con el Alcohol y empezó a beber demasiado. Lon acusó a su mujer no sólo de descuidar a su hijo, sino también de serle infiel. Finalmente se divorciaron en 1914.
Anteriormente, en 1912, Chaney acudió a Universal Estudios donde su amigo Lee Moran le consiguió sus primeros trabajos en el mundo del cine, apareciendo sobre todo en comedias de la época hasta que en 1915 se convirtió en un miembro habitual de la Universal. Muchos años después en una entrevista para un programa de televisión en 1969, su hijo Lon Chaney Jr. describió la vida laboral de su padre en esos primeros días: "Solía sentarse en una sala de los estudios Universal y entonces un asistente de dirección salía y preguntaba: "¿Alguien aquí que pueda interpretar a un chaval universitario?": Mi padre decía el primero: "Sí, yo puedo interpretar a un chaval universitario". Luego volvían a salir y preguntaban: "¿Quién puede interpretar a un chino?". Y el que siempre llevaba su propio maletín de maquillaje y no había nadie que pudiera transformarse en tan poco tiempo decía: "Sí, puedo interpretar a un chino."Y en unos instantes se convertía en un chino, al que interpretaría durante diez minutos. Después un griego, más tarde un negro, y así se tiraba durante varios días interpretando a cuatro o cinco personajes diferentes en pocas horas".
En 1918 su sueldo era de solamente 5 dólares en la Universal . Así que habló con el director del estudio, William Sistrom, y le pidió un aumento de sueldo de 125 por semana más contrato de cinco años. Según Chaney, Sistrom le dijo que conocía a un buen actor cuando lo veía , pero que al mirar directamente a Chaney sólo veía a uno del montón. Así que Chaney se fue de Universal Estudios. A medida que las semanas de búsqueda de un empleo se fueron convirtiendo en meses, Chaney llegó a pensar que Sistrom tal vez tuviera razón, pero antes de que las cosas se convirtieran en desesperadas, William S. Hart. Hart que había visto a Chaney en algunas de sus primeras películas de Universal, le ofreció una papel como villano en uno de sus westerns llamado Riddle Gwane . Chaney disfrutó trabajando con Hart que a diferencia de muchas otras estrellas de la época, esperaba que sus co-protagonistas actuaran de verdad en lugar intentar cosechar toda la gloria.
Tras ese trabajo, las cosas comenzaron a mejorar para Chaney. Llegaron más trabajos en nuevas películas e incluso comenzó a trabajar para Universal de nuevo. Después llegó la asignación que cambió su carrera entera, y el momento en que Chaney fue completamente consciente de su potencial como actor. El director George Leone Tucker le había pedido que actuara en una película llamada "The Miracle Man" (1919). Tucker le describió a Chaney los diversos papeles que había en la película, incluyendo el del lisiado que jugó un papel tan determinante en su historia. Chaney de inmediato pensó que todo su futuro dependía de conseguir ese papel de Lisiado.
"The Miracle Man" fue un exitazo y Chaney y Tucker se convirtieron en amigos íntimos. Planearon varios proyectos futuros juntos. Chaney incluso había pensado en dirigir una de las producciones de Tucker, pero su muerte repentina dejó a Chaney profundamente desolado. La siguiente película de Chaney fue "The Penalty" (1920) en la que interpretó a un asesino sin piernas. El director, Wallace Worsley, quería conseguir el efecto mediante ángulos con las cámaras, pero Chaney diseñó una especie de arnés de cuero en el que ató las pantorrillas de sus piernas contra sus muslos y caminó sobre sus rodillas. Éste fue el primero de los muchos papeles en los que se sometió a una auto-tortura atroz para lograr un efecto deseado, muy efectivo y creíble y que quedó en su reputación como algo masoquista.
Para su papel en "El jorobado de Notre Dame" dirigida por Wallace Worsley en 1923, se adaptó fielmente a la descripción del personaje de la novela de Victor Hugo, tanto que más tarde fue criticado de haber exagerado el maquillaje para la caracterización. Para ello llevó una joroba de goma excesivamente pesada, atada a un arnés de cuero y unos cojines de tal manera que no podía caminar erguido. Por encima de todo este armatoste llevaba un traje de goma color carne y piel cubierto con pelo de animal. El calor dentro del traje era tan insoportable que estaba continuamente empapado de sudor.
Su caracterización para "El Fantasma de la Ópera" dirigida por Rupert Julian en 1925, fue otro ejercicio de auto-tortura. Para la mítica escena donde la niña interpretada por Mary Philbin se arrastra detrás del fantasma y le quita la máscara , uno de los grandes momentos en la historia de las películas de terror, Chaney insertó un dispositivo en la nariz que separaba las fosas nasales y levantaba la punta de la nariz para producir la apariencia de un especie de cráneo desnudo. Hizo hincapié en este efecto con unos dientes postizos a los que se les añadían otros pequeños dientes que llegaban a hacerle heridas en los extremos de sus labios. A la vez usó discos de celuloide en su boca para distorsionar sus pómulos con mayor eficacia.