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17.10.06

El Misterio de Rudolf Hess


Hace un par de años, en la época en la cual dieron mis huesos en la capital de España, trasteando para matar el tiempo en la sección de libros de unos grandes almacenes situados en pleno centro de la urbe, me topé con un bestseller firmado por un tal Greg Iles que me hizo sentir curiosidad.
El libro planteaba la posibilidad de que el famoso prisionero de la carcel de Spandau, Rudolf Hess, fuese en realidad un doble del criminal de guerra y mano derecha de Adolf Hitler.
Lo cierto es que la historia real fué que en mayo de 1941, Rudolf Hess que por aquel entonces tenía cuarenta y siete años, voló pilotando su propio avión y se lanzó en paracaídas a la altura de Escocia, a unos kilómetros del destino que se había fijado y que era la residencia de su amigo, el duque de Hamilton. Hess declaró al ser detenido que venía en misión de paz, pero las declaraciones de Adolf Hitler en la época, el posterior juicio de Nuremberg y una serie de estudios psquiatricos le declararon loco.Pero muchos dudaron de que en realidad Hess no estuviese cuerdo. Creian que la arriesgada y solitaria misión de 1941 era oficial, y que el hombre fallecido en la cárcel de Spandau en 1987 no era Hess, si no un doble ya que era frecuente en la época del tercer Reich que los máximos mandatarios lo tuviesen.
Hess tuvo un comportamiento bastante excéntrico e irracional durante el juicio de Nuremberg, que pudo tal vez ser una de las principales causas por las cuales se librase de una condena a muerte,comportamiento que misteriosamente desapareció tras el juicio. Durante sus años de encarcelamiento en la prisión de Spandau no manifestó ningun comportamiento extraño, salvo las normales de cualquier preso después casi 40 años de encierro en total soledad.El médico de la prisión,los guardias los miembros de su familia lo consideraron una actitud normal dadas las circunstancias.

En agosto de 1987 murió a los 93 años. Se dijo que se había suicidado ya que afitrmaron que había varios intentos fallidos anteriores, pero sus allegados negaron una y otra vez que Hess se hubiese quitado la vida, argumentado que estaba demasiado anciano para ahorcarse según la autopsia, a no ser que hubiese intervenido alguna "ayuda" ajena. No negó el hijo Hess que el difunto fuese su padre.Sin embargo la existencia de un doble, entrenado en Noruega durante la primavera de 1941, complica el misterio y da una cierta credibilidad a la hipótesis de que el fallecido en 1987 en la prisión de Spandau no fuese en realidad Rudolf Hess.Aumentan la dudas tras publicarse las informaciones según las cuales los registros odontológicos y la ausencia inexplicable de cicatrices de anteriores intervenciones quirúrgicas apuntaban a una sustitución. Sobre este fundamento, por tanto se ha teorizado que el hombre que voló en solitario hasta Escocia era el doble, no el propio Hess,aunque el juicio de Nuremberg, celebrado con total transparencia y presenciado por miles de testigos, sin duda habría saltado la noticia de una posible impostura. Cualquier testigo presente en el jicio, o que viesen visto los noticiarios que por aquella época eran cinematográficos,debería haberse dado cuenta.
Que la teoría de la sustitución de Hess por un doble fuese negado por su familia tras visitarlo durante tantos años a la prisión de Spandau también quita cualquier tipo de credibilidad a la posibilidad de la sustitución, a no ser que ellos también formasen parte de la trama.Sobre las autenticas circunstancias de la muerte de Hess quedan aún muchos flecos sueltos que tal vez nunca sean atados.

1 comentario:

Alberto López Cordero dijo...

Olvidé decir que el libro de Greg Iles se titula "El prisionero de Spandau".Es entretenidillo, aunque esté demasiado inspirado en la película "Los niños del Brasil" donde también se barajaba la teoría de unos maquiavélicos planes de clonación urdidos por el Doctor Mengele en su recóndito escondite de la Selva Amazónica.