
En un alarde de originalidad había pensado poner el cartelito de cerrado por vacaciones, pero como está más visto que el telediario, en otro alarde de ingenio aún mayor y como no, influenciado por mi eterna afición a secuelas cinematográficas imperecederas, porque ya lo puse los dos últimos años y sencillamente porque me da la gana, cuelgo el rotulito de "continuará..." si es que las circunstancias lo permiten.
Y no es que quiera ser reiterativo o pesado, pero cada vez ronda más por mi cabeza bajar la persiana de este blog, echarle el candado y arrojar la llave a un recóndito riachuelo donde sólo yo pueda hayarla en el caso de reabrirlo de nuevo.
No quiere decir con ello, que si "Cambiarán los vientos" llega a su fín abandone la blogosfera, ni mucho menos. Tal vez iniciase la singladura de un blog especificamente cinematográfico,de la liga de fúbol en Birmania, de corte y confección o de la cría y reproducción del berberecho en aguas andaluzas. A saber. Suposiciones, sólo suposiciones. Tal vez ni siquiera abra otro blog, tan sólo me dedique a husmear por los vuestros y a vigilaros como el Gran Hermano,siiii, yaaaa, el de Orwell por supuesto.
Llegó la hora del descanso, de la desconexión, de la evasión total y absoluta. De horas infinitas de lectura, de descubrir aún más a Luis Rosales, de trincar por los cuernos a ese libro que se resiste, de asentir, de darnos cuenta que efectivamente, hoy es siempre todavía, que nada nos pertenece, que nada es nuestro, que nada es mío, que nada es tuyo, que el tiempo dicta sus leyes, feroces, crueles, tristes, inmisericordes. Que hoy somos y estamos, que mañana ¿quien se acordará de nosotros?.
Os deseo a todos los que habeis regresado de las vacaciones un buen comienzo de la nueva temporada, a los que como yo, nos vamos ahora que os lo paseis de la mejor manera posible y a los que por desgracia no han tenido la oportunidad de descansar unos días, todo lo mejor por venir. Nos vemos al regreso.