Después de una larga temporada sin hacer acto de aparición, la llamada muela del juicio ha vuelto a ensañarse conmigo sin motivo aparente, o al menos que yo sea consciente de ello. En esta ocasión ha recrudecido su ataque, el cual me ha pillado casi desprevenido y que en una contraofensiva sin precedentes estoy intentando mitigar a base de batallones de Augmentines, fragatas de Neobrufen y antiaereos de Espidifen. La batalla se presenta larga y tediosa y mucho me temo que para salir victorioso de ella, esta vez tenga que buscar apoyos y aliados Odontológicos para que erradiquen de una vez por todas cualquier posibilidad de nuevo ataque. Estoy en pleno frente de batalla al escribir estas lineas, aprovisionándome de una nueva partida de armamento ibuprofénico. No me cogerán con vida.
4 comentarios:
Las recuerdo, madre mía que dolor!
Besicos
Paciencia,Alberto,paciencia,,tarde o temprano siempre nos sale el dichoso juicio,,y aveces repetido,,jejej,,que te sea leve y seguro que esta vez le ganas la guerra,,,,
besos,,pero sin apretarte en esa zona dolorida,,,jeje
Pues que te sea leve, sinceramente... Cuídate ok?
Animo, seguro que ganas :D:D
Un besote
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