
No soy muy dado a seguir series de televisión. En primer lugar porque casi todas me aburren soberanamente y en segundo lugar por el cachondeo que se traen las diferentes cadenas de televisión a la hora de emitirlas con cambios de día y hora sin previo aviso. Peroooo, a principios de este año descubrí Prison Break, una serie carcelaria que estaban emitiendo en la Sexta desde hacía unos meses. La verdad, tampoco me atraía a primera vista, otra de cárceles, de fugas, que se yo, típica,pensaba. Cierto día aconsejado por no recuerdo ahora quien decidí agenciarme el primer episodio, simplemente para ver que tal y...¡ostias¡, de ahí a ver de un tirón practicamente las dos primeras temporadas y a la espera de la continuación de las peripecias de los hermanos Lincol Burrows y Michael Scofield. Pues bien hoy ya he visto el primer episodio de la tercera temporada y ya es el no va más. Eso sí, en versión original con subtítulos ya que está todavía muy recien salidita del horno. Si no la habeis visto os la recomiendo,empezando por supuesto por la primera temporada y he de decir que no suelo recomendar series de televisión ya que generalmente aparte de las razones que dije al principio, seguir una serie de varias temporadas me da una pereza enorme, salvo Prison Break y Smallville.