Se habló en este blog de...

30.9.07

Calling all stations...

30 de septiembre.
Se acabó lo bueno. Las vacaciones llegan a su fin y toca plegar velas, cerrar la sombrilla y guardar las chanclas en el fondo del armario hasta nuevo aviso. Queda atrás un mes cargado de momentos irrepetibles, de esos que se instalan en la memoria como postales vivas: días de salitre y paseo por La Antilla, puestas de sol en El Portil, y esa maravillosa sensación de no saber qué hora es en la encantadora isla de Gran Canaria.

Ya iré contando con calma y por entregas lo vivido, saboreado y respirado durante estas semanas, que han dado para mucho más que relax. Ha habido paseos, lecturas, pescadito frito, encuentros, silencios y algún que otro pensamiento de esos que se te cuelan entre la brisa y el café.

Mañana toca volver al tajo, y sinceramente no me apetece mucho. Pero casi mejor así, sin tiempo para asimilar el cambio. Me consuelo pensando que durante unos días aún tendré en el rabillo del ojo las imágenes, olores y voces de estas vacaciones, como una especie de eco cálido antes de sumergirme del todo en la rutina.

Volvemos al ruedo, y por supuesto también me pondré al día con todo lo que se ha cocido en este universo bloguero. Gracias de corazón a quienes os acordasteis de este espacio y me mandasteis buenos deseos durante el mes de septiembre. Da gusto volver cuando uno se siente esperado.

Nos leemos pronto.


1.9.07

Continuará...



1 de septiembre.
Mientras casi todo el mundo regresa a la rutina, a los atascos, al despertador implacable y al café con prisa, yo, más chulo que un ocho, hago las maletas y me las piro, je, je. Me esperan unos cuantos días de descanso, de lecturas sin horarios, de paseítos marítimos, de desconexión (sí, también digital) y de esa oxigenación que sólo pueden darte el mar, el buen pescado y el no tener que mirar el reloj.

Con este post sólo quiero despedirme momentáneamente de todos los que alguna vez os pasáis por este rincón, este espacio humilde, a ratos absurdo, otras veces improvisado, pero siempre hecho con ganas de compartir. Un lugar de evasión virtual, que ahora, durante unos días, cede el testigo al de verdad: el que huele a salitre, a tierra andaluza y a brisa canaria.

Aprovecho también para agradecer de corazón a El RUUUBEN y a mis amigos de Calle Quimera su afecto y el reconocimiento que han mostrado hacia este blog. Uno escribe muchas veces sin saber muy bien por qué ni para quién, así que cualquier palabra amable se agradece como agua fresca.

Así que, eso: feliz mes de septiembre para todos. Que el regreso a la rutina no sea muy cuesta arriba y que los que aún estáis de vacaciones lo exprimáis como un limón en agosto. Yo haré lo que pueda por disfrutar los días que vienen… y si no me quedo varado por ahí sin conexión (gracias, queridas operadoras), espero volver a estar por aquí en octubre… o un poquito antes, quién sabe.

¡Nos vemos a la vuelta!
Abrazos para ellos, besitos para ellas, y un hasta pronto con arena entre los dedos.