Ulises Montero

Amiguetes y Novietas
y en general la afición
echan de menos el sonido de tu saxofón.
¡Qué elegancia ! ¡Qué chuleta !
Ahuyentabas el mal fario
cuando tan serio te plantabas en el escenario, a diario.

Así le cantaron los Gabinete Caligari a Santiago Ulises Montero en 1988, dos años después de su muerte por sobredosis.

Ulises Montero fue uno de esos músicos imprescindibles de la escena madrileña de los primeros años 80. Saxofonista excepcional, virtuoso de la armónica, y con un carisma natural sobre el escenario, dejó su huella en algunos de los grupos más emblemáticos de la Movida: Gabinete Caligari, Sindicato Malone, La Mode o Los Amantes de Teruel, entre otros.

No era simplemente que Ulises supiera tocar —que sabía, y muy bien—; era su estilo, su presencia, ese "algo" indefinible que hacía que, cuando él salía a escena, el público lo sintiera. Dicen que, por aquellos años, todos los grupos madrileños querían contar con él. Y no porque no hubiera otros buenos saxofonistas, que los había, sino porque ninguno tenía su clase. Su manera de tocar, su actitud, su forma de vivir la música, lo hacían único.

Más allá del escenario, quienes lo conocieron lo recuerdan como un tipo cojonudo, generoso, cercano, de esos que dejaban huella en cada conversación y de los que se aprende más por lo que son que por lo que dicen.

El vídeo que acompaña este texto es de una actuación con Los Coyotes en 1983. Ahí está Ulises, en plena forma, dejando claro por qué se convirtió en una figura de culto. Un recuerdo para Santiago Ulises Montero, el músico, el amigo, el mito discreto.

Seguro que, donde esté, aún le siguen diciendo aquello de: “Tócala, Uli.”

Y por eso dicen que
tócala, Uli una vez más
menudo jari por allí vas a organizar.
Sopla Ulises tu armonica
y dejarás a la gente atónita,
garbeando tu palmito pinturero.