Se habló en este blog de...

28.11.09

Y ahora, la muela del juicio

Después de una larga temporada en la que creí haber sellado una tregua silenciosa, la vieja enemiga ha vuelto. La muela del juicio, esa insurgente atrincherada en lo más profundo de mi mandíbula, ha retomado las armas sin previo aviso. Y esta vez no ha venido sola. No. Ha regresado con una furia renovada, con estrategias de guerrilla quirúrgicamente diseñadas, y con el claro objetivo de hacerme claudicar.

El ataque ha sido certero, repentino, sin que mediara provocación ni imprudencia por mi parte. Me ha pillado desprevenido, a bocajarro, sin tiempo siquiera para consultar la cartilla médica. En cuestión de horas, ha ocupado el flanco derecho de mi boca, alzando barricadas de inflamación y desplegando punzadas de dolor que se suceden como metralla.

Pero no me he rendido.

He respondido con todo el arsenal que el botiquín doméstico podía ofrecerme: batallones de Augmentine, fragatas de Neobrufén, artillería pesada en forma de Espidifen 600. He enviado comandos analgésicos a primera línea. El frente está caliente. Se libran escaramuzas entre enjuagues de agua con sal y emboscadas de antibiótico. Las noches son largas, las trincheras profundas, y la moral, oscilante.

Sé que la victoria será pírrica si no recurro a refuerzos profesionales. La diplomacia ya no es una opción. Necesito aliados odontológicos, estrategas expertos que sepan cómo hacer una extracción quirúrgica limpia, rápida y certera. No puedo permitirme otra emboscada a traición. La única solución es la erradicación definitiva del foco hostil.

En este mismo momento, mientras escribo estas líneas con el lado izquierdo de la cara a salvo y el derecho convertido en zona cero, espero la llegada de una nueva remesa de ibuprofeno como quien espera munición en mitad del asedio. Pero lo tengo claro: no me cogerán con vida. Si he de caer, lo haré combatiendo, con la jeringuilla anestésica en alto y la dignidad intacta.

La batalla continúa. Que Dios reparta paracetamol.


4 comentarios:

Belén dijo...

Las recuerdo, madre mía que dolor!

Besicos

Anónimo dijo...

Paciencia,Alberto,paciencia,,tarde o temprano siempre nos sale el dichoso juicio,,y aveces repetido,,jejej,,que te sea leve y seguro que esta vez le ganas la guerra,,,,

besos,,pero sin apretarte en esa zona dolorida,,,jeje

Unknown dijo...

Pues que te sea leve, sinceramente... Cuídate ok?

Lola London dijo...

Animo, seguro que ganas :D:D

Un besote