Ayer se cumplió el 50 aniversario de la muerte de Humphrey Bogart, protagonista de clásicos inmortales como Casablanca, El halcón maltés, Cayo Largo, La condesa descalza o La reina de África, por la cual obtuvo el Oscar de la Academia al mejor actor.
"Bogie", como cariñosamente lo apodó la industria y el público, falleció a los 58 años, víctima de un cáncer. Durante su funeral, el cineasta John Huston —su amigo y colaborador en muchas películas— pronunció una frase que, con el tiempo, ha cobrado aún más peso:
"No existe razón para sentir pena por Bogart. Sólo por nosotros, por haberle perdido. Era insustituible y nunca habrá otro como él."
Su imagen, aún hoy, sigue siendo probablemente la más icónica de la historia del cine. Para el recuerdo y el deleite de los amantes del séptimo arte, quedan infinidad de secuencias memorables, en especial las que compartió con Lauren Bacall, su última esposa y compañera en la vida real y en la pantalla.
Es una lástima que nos dejara tan joven, justo en el momento más álgido de su carrera. Su legado audiovisual pudo haber sido aún más extenso. Aun así, cada vez que se apagan las luces y aparece su figura en blanco y negro, Bogart sigue ahí, eterno, con su voz rasgada, su mirada melancólica y su presencia magnética.
Y sí, siempre nos quedará París.
2 comentarios:
Y tanto que si! Un gran actor y hombre, yo lo conocí por Casablanca, una de mis películas favoritas. Gracias por tu comentario, decidí cotillear un poquito por tu mundo y veo que lo tienes aliñado con gran variedad y gusto. Pasaré más amenudo, besos.
Tócala de nuevo Sam... Actorazo. Creo que marco un antes y un despues en lo que a la actuacion se refiere.
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