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10.4.07

Supermán II...ahora sí.


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Si me hubieran dicho hace unos meses que tendría la oportunidad de disfrutar de una nueva película de Superman protagonizada por Christopher Reeve y Margot Kidder, no lo habría creído ni en sueños. Pero hete aquí que, tras indagar un poco, descubrí la curiosa historia que rodea a esta secuela.

Resulta que Richard Donner, director original y alma mater de las dos primeras películas de la saga, tuvo que abandonar el proyecto por diferencias y tensiones con los productores justo cuando tenía la segunda entrega casi rodada al completo y de un tirón. Para suplir su ausencia, entró en escena Richard Lester, quien tomó las riendas de la dirección.

Aquí viene la curiosidad legal y gremial: el sindicato de directores de Estados Unidos exige que, para que un director pueda firmar una película como suya, debe haber rodado al menos más de la mitad del metraje total. Esto da vía libre a Lester para, a su antojo y sin demasiadas explicaciones, regrabar escenas, cambiar elementos del guion original y, en definitiva, hacer y deshacer según le vino en gana, ignorando incluso algunas partes esenciales del trabajo que dejó Donner.

Así, esta “nueva” película de Superman no es sino un híbrido peculiar, un batiburrillo de la visión de dos directores con estilos y propósitos diferentes, en donde se refleja más el capricho del último que la continuidad original.

Un episodio más en la larga y tortuosa historia del cine de superhéroes, donde detrás de la pantalla a menudo hay mucho más drama que en la propia ficción.




Ante este panorama, Gene Hackman decidió abandonar el rodaje, y los productores, en modo “rata de laboratorio”, eliminaron a Marlon Brando por considerarlo excesivamente costoso, pese a que ya había rodado varias escenas. Así, en la versión estrenada en 1980, ni siquiera aparece Brando; además, algunas escenas de Hackman fueron falseadas con un doble de espaldas y una voz impostada, y se añadieron numerosos elementos que Donner no había contemplado en su guion original.

Pero, a pesar de todo, la película se estrenó y fue un éxito.

Hace unos meses, supongo que tras hacer las paces con el hijo del productor original, a Richard Donner le propusieron montar su película tal y como la concibió. Se recuperó todo el material perdido, incluidas las escenas de Brando, se añadieron efectos especiales modernos, pero con el cuidado de respetar la estética de la época, y el resultado fue, sencillamente, espectacular.

No hay escena de la Torre Eiffel, y el desenlace es muy diferente, ofreciendo una visión alternativa de la historia que vimos hace décadas.

Emocionante y bastante nostálgico ha sido para mí acompañar esta nueva versión desde el principio hasta el final. Me parece de justicia, y personalmente lo agradezco, que Donner se acordara de lo más esencial antes de que comenzaran las imágenes, con una dedicatoria en los primeros rótulos:

“THIS PICTURE IS DEDICATED IN LOVING MEMORY TO CHRISTOPHER REEVE WITHOUT WHOM WE WOULD NEVER HAVE BELIEVED THAT A MAN COULD FLY.”

Un recuerdo imborrable para un actor que, sin duda, hizo volar la imaginación de todos.

2 comentarios:

Manu Espada dijo...

Cómo me gustaban las pelis de Supermán cuando era un ñajo, eran las únicas que me dejaban ver mis padres los sábados por la noche en sábado cine, hasta compraba palomitas. Me he gustado recordarlo. Salud.

Sonofotlon dijo...

Amigo Alberto cada vez que veo su blog siempre tiene una buena nueva, lo cual le agradezco sinceramente. Ya tengo homiguitas en la panza por ver esa peli, ojalá sea pronto.