Para Anguita hoy todo serán loas y alabanzas, pero en su día fue objeto de miles de insultos y descalificaciones por parte de quienes se llamaban demócratas. Los mismos que hoy utilizan Venezuela como espantajo, antes agitaban el fantasma de la URSS para meter miedo a quienes pensaban distinto, a los que se atrevían a imaginar otra forma de hacer política, fuera del blanco o el negro.
Descanse en paz un buen hombre, coherente hasta el final, con el que tuve la fortuna de coincidir varios veranos en Bolonia (Cádiz). Siempre tenía un saludo afectuoso y un recuerdo amable para mi familia. Esa cercanía y esa educación, más allá de la política, también dejan huella.
2 comentarios:
Pues diran lo que quieran, pero Anguita fue un politico impecable y, sobre todo, un hombre honrado. Muchos se necesitan como el para sacar adelante este desproposito q es la raza politica, egoista y rastrera en su mayoria, porq los q no lo son, no sobreviven mucho. No se si era un hombre de fe, pero seguro q ahora tiene el mejor de los puestos en la Gloria.
Ahora ya no hay políticos, no hay diálogo, solo hay creadores de incertidumbres.
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