Se habló en este blog de...

10.10.06

Las banderas de nuestros padres

Es una pena —o más bien una injusticia cósmica— que Clint Eastwood tenga ya la nada despreciable edad de 75 años. Y lo digo porque en los últimos 15 nos ha regalado una serie de películas que, sin exagerar, deben ser consideradas auténticas joyas del cine contemporáneo. Para mí, al menos, estas son imprescindibles:

  • Million Dollar Baby

  • Mystic River

  • Medianoche en el jardín del bien y del mal

  • Ejecución inminente

  • Los puentes de Madison

  • Sin perdón

  • Cazador blanco, corazón negro

Y eso sin contar otras obras que, aunque menos reconocidas por el gran público, mantienen una calidad incuestionable, con una narrativa pausada, una fotografía exquisita y un dominio absoluto del tempo cinematográfico. Historias que no solo entretienen, sino que remueven, incomodan y, sobre todo, invitan a reflexionar.

Ahora, Clint vuelve a colaborar con Steven Spielberg —ya lo hicieron en “Los puentes de Madison”, donde Spielberg figuraba como productor— y esta vez lo hacen para llevar a la gran pantalla uno de los episodios más icónicos de la Segunda Guerra Mundial: la batalla de Iwo Jima.

El film en cuestión, titulado Las banderas de nuestros padres (Flags of Our Fathers), se centra en esa imagen histórica y casi mítica en la que varios marines izan la bandera estadounidense en lo alto del monte Suribachi. Una fotografía que dio la vuelta al mundo y que, convertida en estatua, pasó a ser uno de los grandes símbolos del orgullo nacional estadounidense.

¿Americanada? Sí, probablemente. Pero si viene firmada por Eastwood y con Spielberg en la producción, eso no es un defecto, sino una seña de identidad bien llevada. Porque si algo supo hacer Spielberg en Salvar al soldado Ryan fue conjugar la épica y el dolor, la belleza y el horror. Y si a eso le sumamos la sensibilidad narrativa y la sobriedad estética de Eastwood, lo que puede salir de ahí no tiene pinta de defraudar a nadie.

La película se estrena el 17 de noviembre, pero la genialidad no acaba ahí. Lo que me parece una auténtica jugada maestra, y casi sin precedentes en el cine bélico reciente, es que Eastwood ya tiene en marcha una segunda película sobre la misma batalla, pero contada desde el punto de vista japonés. Se titulará Cartas desde Iwo Jima (Letters from Iwo Jima), y su estreno está previsto para principios de 2007.

Genio y figura. Y por muchos años más. Porque no todos los días uno puede seguir disfrutando de la obra viva de un autor que ha sabido envejecer no solo con elegancia, sino con una lucidez creativa envidiable.


No hay comentarios: