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1.11.06

Halloween

Según he podido saber, la fiesta de Halloween se remonta a más de 2.500 años, cuando el calendario celta marcaba el final del año al concluir el verano, precisamente el 31 de octubre. Era el momento en que el ganado era recogido de los prados y conducido a los establos para pasar el invierno. Se creía que, esa noche, los espíritus de los muertos salían de los cementerios y buscaban cuerpos vivos donde reencarnarse. Para evitarlo, los pobladores celtas ensuciaban sus casas y las decoraban con huesos, calaveras y otros elementos siniestros para espantar a los espíritus y evitar ser poseídos. De ahí viene la tradición de decorar las casas con motivos macabros y también los disfraces terroríficos.

Sin embargo, Halloween como fiesta de masas no empezó hasta 1921, cuando se celebró el primer desfile oficial en Minnesota. A partir de ahí, otros estados se fueron sumando, y ya en los años 80 la televisión hizo el resto: casi toda serie americana que se preciase tenía su capítulo especial de Halloween. En poco tiempo, la calabaza con cara de pocos amigos se convirtió en un icono tan reconocible como la botella de Coca-Cola.

Hoy en día, Halloween es una de las fechas más importantes del calendario festivo en Estados Unidos y Canadá. Y, cómo no, desde hace años estamos asistiendo a su importación progresiva por estas tierras. A base de especiales de televisión, películas de terror “de temporada”, secciones enteras de disfraces en grandes superficies y fiestas temáticas en pubs y discotecas, nos la están metiendo doblada con bastante habilidad.

Anoche, sin ir más lejos, escuché petardos por mi zona. Y no, no era San Juan ni ningún equipo local había ganado la Champions. Me pregunté, no sin cierto temor, si también eso tendría que ver con la fiestecita en cuestión.

A este paso, Santa Claus mandará a los Reyes Magos a la cola del INEM, celebraremos el Día de Acción de Gracias con pavo relleno, sacaremos banderitas con barras y estrellas el 4 de julio, nombraremos rey y reina del baile en las fiestas de fin de curso, y cambiaremos la tostada con cachuela por un donut con pepitas de chocolate. Y sin rechistar.

Que no se me malinterprete: todo lo que sea celebrar, bienvenido sea. Pero estaría bien que, al menos de vez en cuando, también pusiéramos en valor nuestras propias tradiciones, esas que tienen siglos de historia y no vienen con envoltorio de plástico made in USA.


6 comentarios:

Alberto López Cordero dijo...

¿más bien poco?¡¡pero si ya lo ponen hasta en el telediario¡¡

Maya dijo...

Mhh yo creo que la que tiene algo de bruja soy yo.
A alguno ya le he hecho un conjuro.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, pronto nos vemos celebrando aquí el Día de Acción de Gracias con pavo en el horno y disfrazados de peregrinos del Mayflower. ¡Qué colonización!

Anónimo dijo...

la culpa es de la gente que se cree que por celebrar el jalogüin este son mas modernas... que pena.

Anónimo dijo...

No sólo celebrando el día de acción de gracias como dice Santi, sino que si nos descuidamos nos vemos jugando al beisbol... En fin, yo también he apostado por no seguir imitando y por recuperar nuestras propias celebraciones:
http://carlosjaviergalan.blogspot.com/2007/10/halloween-no-gracias-mejor-el-calbote.html

maite dijo...

hola Alberto soy Maite,me ha gustado tu articulo de halloween,estoy de acuerdo contigo