
Un año más, finalmente, ha llegado el momento de desconectar. De verdad. De echar el cierre durante un tiempo, físico y mental, a la rutina. Hoy es 31 de agosto, y mientras en la televisión y los diarios aparecen las típicas imágenes de la operación retorno —colas de coches, niños medio dormidos en estaciones, frases recicladas de cada año—, uno se dispone a hacer la maleta. Pero no para volver, sino para irse. Para marcharse por fin unos días, y dejar que el cuerpo respire, que la cabeza se airee y que el alma se oxigene.
Llega septiembre. El mes que, para muchos, marca el inicio real del año. Más que enero. Porque es ahora cuando florecen los propósitos: comer mejor, andar más, hacer limpieza en el móvil y en la vida. Septiembre es un umbral, una puerta entreabierta entre lo que fue y lo que está por venir. Es esa delgada línea —que no sé si es roja, gris o del color del mar al amanecer— que separa los días de chiringuito y siestas largas, de los relojes puntuales y los atascos con banda sonora de despertador.
Pero para mí, septiembre siempre ha sido otra cosa. El mes de mis vacaciones por excelencia. El momento en que todo el mundo vuelve y yo, como contracorriente amable, me voy. Cuando las playas se vacían, las calles se relajan y el sol sigue calentando, pero sin estridencias. Cuando el pescado sabe aún mejor, el aire huele distinto y el mundo parece bajar un poco la voz.
Y así me marcho. Con la maleta medio hecha y muchas ganas de vaciarme por dentro para volver a llenarme de otra manera. De paseos al alba por la orilla, de lecturas sin prisa ni avisos sonoros, de pescadito frito —onubense, por supuesto, el mejor del mundo, no insisto más—, de curas de sueño sin despertador. Tal vez alguna película. Tal vez una libreta en la mochila. Tal vez nada.
Intentaré espantar esas nubes negras que en los últimos tiempos se han empeñado en hacer sombra. Con suerte, el aire limpio del sur soplará fuerte, y se las llevará bien lejos, allá donde vieron naves ardiendo más allá de Orión.
Y aunque mi idea es desconectar casi por completo, puede que algún día me dé por leeros en silencio, como el Gran Hermano, pero el bueno, el de Orwell, no el del programilla de marras. Leer sin comentar, observar sin interrumpir. Como quien se asoma a una ventana conocida.
Así que, lo dicho: nos vemos. No sé cuándo, pero volveré. Porque al final, uno siempre vuelve, por ganas, por costumbre o por cariño. Que paséis un mes de septiembre fabuloso, los que volváis a la rutina y los que, como yo, aún la esquivamos un poquito más.
Abrazos grandes para ellos y besitos dulces para ellas.
18 comentarios:
También está el grupo de los que no nos vamos de vacaciones... toma ya!
Pásalo en grande querido...
Besicos
P.D y vuelve si?
Buenas vacaciones
Yo también me marcho ahora de vacaciones!! Que ganas tenía!!!
Felices días de vacaciones. Hasta la vuelta!!
:)
¡FELICES VACACIONES, AL!
Abrazos y besitos
feliz viaje!!!!
suerte.
te esperamos!!!!
que disfrutes de esos paseillos, de la lectura, de los amaneceres y atardeceres, de la cama sin prisas, de todo aquello que te plazca, y vuelve que te esperamos
besos
Vuelve bien.
Disfruta a sacoooo¡¡¡¡¡.Salud¡¡¡.
Al igual que todos los que me ha precedido, que te lo pases muy bien en esas merecidas vacaciones, junto a tus seres queridos. Cuando vuelvas por aquí de nuevo vente con fuerzas para comenzar tu trabajo de reportero para el Coro Ad Libitum, ya sabes que sin esas imagenes tuyas nos falta algo. Pásatelo bomba. Yo me quedo aquí.
felices vacaciones amigo que lo pases de fabula,,,,,,,nos veremos a la vuelta yo sigo currando nada de vacaciones de momento jejeje igual cuando tu vuelvas yo me voy ,,,a lo dicho desconecta disfruta y vive ,,,besos para ti,,,,
Pues a descansar.
Feliz descanso y que la pases muy bien!!!
Un abrazo
Disfruta y pásatelo en grande. Después vuelve y nos lo cuentas vale?
Hasta muy pronto!!!!
Pues que descanses mucho mientras los demás nos dejamos los cuernos en la vuelta al cole ;)
Besos!
Llego un poquito tarde para desearte felices vacaciones y que puedas leerlo, pero espero de corazón que estés en estos momentos en el mismísimo cielo.
Un beso enorme, Alberto, ya nos contarás y nos pondrás fotitos, ok?
Unos van y otros vienen...
Buen viaje y buen pescaito.
Saludos y salud
Septiembre es el mes más bonito del año. Recuerdo una canción de hace muchos años que decía, cuando llegue septiembre todo será maravilloso...
De vez en cuando conviene desconectar de todo, bueno, menos de la vida.
Felices vacaciones.
Yo ya estoy por estos barrios, tú aún sigues perdido!!! Disfruta!!
Besotes
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