
Hubiera sido un momento ideal para bajar el telón… pero no va a ser así.
Este miércoles se juega la final de la Copa del Rey. Muchos, los no futboleros, pensarán: “¿Y qué?”. Yo tampoco soy un fanático del fútbol; me gusta ver un buen partido, un Mundial, una final de Champions, pero no dejo lo que tenga que hacer por ver un encuentro más.
Soy del Athletic de Bilbao, y quien me conoce lo sabe. El Athletic es quizás el último romántico del fútbol español: un equipo con historia, tradición y orgullo, que, a pesar de las dificultades de los últimos años, sigue ahí, al pie del cañón, sin haber descendido nunca a Segunda División. Pero lo de este año es especial: hemos llegado nada menos que a la final de la Copa del Rey, enfrentándonos al todopoderoso FC Barcelona.
Está claro que ganarles será complicado, pero la ilusión está viva, más aún teniendo en cuenta que llevamos ya 25 años sin ganar un título y 24 sin pisar una final de Copa. Sé que será difícil, aunque sé que toda la afición madridista, recelosa aún del 2-6 que los blaugranas nos endosaron hace poco en su casa, apoyará a los leones de San Mamés.
Será una misión casi imposible, pero si el Athletic gana, sin duda pondrá un toque de color y alegría a unos días un tanto grises.
2 comentarios:
Pues me alegro que por el fútbol, vuelvas a escribir :)
Besicos
Qué bien, otro de los mios. Aupa Athletic...
Es complicado pero a un partido puede pasar cualquier cosa, ya lo vimos contra el Sevilla.
La gabarra ya está preparada para dar una vuelta por la ría. Desde Bilbao me dicen que la gente está emocionada y, esa sensación, se puede ver en los jugadores del Athletic.
Por lo tanto Athleeeeeeeeeeetic...
Hablamos el jueves
saludos y salud
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