



Hoy ha fallecido Farrah Fawcett. Tenía 62 años.
Con su muerte, no solo se va una actriz, un rostro icónico, una melena que marcó tendencia. Se apaga también un pedazo de la televisión de los años setenta, esa época dorada que tantos de nosotros llevamos tatuada en la memoria, aunque a veces no nos demos cuenta.
Farrah fue, para muchos, mucho más que Jill Munroe en Los ángeles de Charlie. Fue símbolo de una época en la que la televisión comenzaba a abrir nuevos caminos, a proponer modelos distintos, a jugar con el formato y el espectáculo. Su sonrisa, su fuerza en pantalla, su carisma natural hicieron que millones se sentaran frente al televisor con la emoción de quien presiente que está viendo algo especial.
Este pequeño y humilde homenaje no es solo para ella, sino para todas aquellas series de los años setenta que marcaron época: Starsky & Hutch, Kojak, Colombo, La mujer biónica, El increíble Hulk, Vacaciones en el mar, El hombre de los seis millones de dólares, Misión imposible, Hawai 5-0, entre tantas otras. Historias que nos llegaron con otros ritmos, otros colores, otro lenguaje… pero que siguen siendo, a día de hoy, una fuente inagotable de inspiración para las series y películas actuales.
Porque todo parte de ahí. De esas tramas sencillas pero ingeniosas, de esos personajes inolvidables, de esa forma casi artesanal de hacer televisión que, a pesar del paso del tiempo, continúa viva en la nostalgia, en los homenajes, en los remakes, y sobre todo, en la memoria de los que crecimos con ellas.
Hoy ha fallecido Farrah Fawcett. Pero su imagen —eterna, radiante— seguirá sonriendo en la pantalla cada vez que alguien, por casualidad o por amor al recuerdo, vuelva a ver uno de esos capítulos donde los ángeles no necesitaban alas para volar.
1 comentario:
Una más que decide dejarnos en este mundo,que le vaya bien en el otro lado de río.SALUD.
A mi la que me gustaba era la morenita.........
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