Veinticinco años después, se repite aquel gesto que llegó muy dentro del corazón de millones de personas. Un acto de solidaridad, de esperanza, que trascendió fronteras y que nos unió como humanidad. Veinticinco años después, seguimos siendo el mundo: algunos de los que estaban entonces ya no están, y algunos de los que están hoy no estaban en aquel momento.
Es la ley de la vida, esa que marca el paso del tiempo y la esencia del ser humano. Quizás dentro de otros veinticinco años se vuelva a repetir una iniciativa así, tal vez seamos nosotros quienes la recordemos y celebremos, o quizá sean otros, generaciones futuras que habrán heredado este compromiso y esta memoria. Y puede que, tristemente, nadie se acuerde.
Pero sea como sea, fuimos, somos y seguiremos siendo el mundo. Un mundo que late con la fuerza de quienes no olvidan, con la esperanza de quienes creen en la unión y con la certeza de que, a pesar del tiempo y los cambios, la solidaridad es un hilo invisible que nos conecta y nos define como humanidad.

2 comentarios:
Hola Alberto,como siempre,genial tu post.Si me lo permites quería consultarte sobre una película ,ya que te considero un gran crítico independiente.....La película en cuestión es "PARANORMAL ACTIVITY".El trailer es una caña.....ya me dices.SALUD¡¡¡
ETINARCADIA
Ays cuantos dias sin tus palabras!! hoy me estoy poniendo al dia vijando sin parar....ays no sé porque no me subí de nuevo al tren hace horas....siempre un placer leerte!
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