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17.8.09

El video falso de Nijinsky

Hace unas semanas, los amantes de la danza creyeron ver hecho realidad un sueño largamente esperado. En YouTube comenzaron a circular unas secuencias en blanco y negro, supuestamente fragmentos de una película de 1912, donde se podía observar al gran Vaslav Nijinsky, considerado por muchos el mejor bailarín del siglo XX, interpretando, entre otras piezas, la emblemática obra La siesta del fauno.

La noticia generó un revuelo enorme. La posibilidad de contemplar en movimiento la legendaria técnica y expresión de Nijinsky, captadas con los primeros rudimentarios aparatos cinematográficos, parecía un hallazgo histórico sin precedentes. Sin embargo, no todos los expertos creyeron en la autenticidad de las imágenes. Se sabía que los bailarines y coreógrafos de la época eran bastante reacios a ser filmados. Los cinematógrafos de entonces ralentizaban la velocidad real del movimiento al proyectar las imágenes, lo que distorsionaba la esencia y el ritmo del baile, algo que para ellos no resultaba digno de mostrar.

Poco después se descubrió la verdad: lo que se había presentado en YouTube no era más que un montaje digital. Mediante sofisticados procesos informáticos, se habían creado breves secuencias de baile a partir de viejas fotografías de Nijinsky y su época. Un trabajo de gran calidad técnica que logró engañar incluso a muchos expertos y aficionados, deseosos de creer que, por fin, habían hallado las filmaciones perdidas del bailarín ruso en París.

Finalmente, una estudiosa, coreógrafa y exbailarina, experta en la obra y vida de Nijinsky, puso al descubierto el engaño. Su profundo conocimiento de las fotografías y movimientos del artista le hizo sospechar de la verosimilitud de las imágenes. Ella fue quien señaló las incongruencias y diferencias con la técnica original, desmontando la ilusión que había capturado a tantos.

Así, aunque la tecnología permita hoy recrear maravillas imposibles, este episodio nos recuerda la importancia del rigor y la honestidad en la preservación y divulgación del legado cultural. Y, a pesar de la decepción, la leyenda de Nijinsky continúa intacta, viva en la memoria y el corazón de quienes aman la danza.


La historia y la leyenda de Nijinsky otorgaban a estas supuestas imágenes una dosis extra de expectación y valor histórico. La carrera del bailarín ruso fue, en efecto, bastante breve: tuvo que retirarse con tan solo 28 años debido a graves problemas mentales que, en aquella época, la medicina no supo diagnosticar ni tratar adecuadamente. Nijinsky falleció años después, a los 60, tras pasar el resto de su vida internado en numerosos hospitales psiquiátricos y asilos, lejos de los escenarios que tanto amó.

El autor de esta farsa digital se defendió alegando que nunca tuvo la intención de presentar los videos como auténticos, y que el error estuvo en fecharlos erróneamente en 1912. Comparó su obra con la licencia creativa que Steven Spielberg se tomó al dar vida a dinosaurios que, por supuesto, nunca existieron en la realidad actual.

En fin, aquí tenéis uno de los videos que desataron la polémica. Personalmente, aunque no soy un experto en danza, no puedo evitar notar que, por muy primitivas y rudimentarias que fuesen las máquinas cinematográficas de 1912, la figura del célebre bailarín se ve demasiado artificial en la secuencia.

Este episodio pone sobre la mesa un debate importante sobre los límites entre la recreación artística, la tecnología y la responsabilidad en la difusión cultural. Porque, más allá de la técnica, está el respeto hacia la memoria y la autenticidad de figuras tan emblemáticas como Nijinsky.

21.5.09

Fallece la abuela blogera


Los que llevamos ya algún tiempo en este mundillo de la Blogosfera hemos podido ver y disfrutar de bitácoras de todo tipo. Sería interminable enumerar la variedad de blogs por los que nos hemos paseado. Hace algo más de un par de años se hizo muy célebre un blog titulado "A mis 95 años" donde nos contaba las vivencias de una mujer de muy avanzada edad que lógicamente había visto como casi todos sus amigos y allegados generacionales habían fallecido ya y como internet le había abierto una ventana al mundo donde podía aprender muchísimas cosas y hacer muchas amistades.
El blog en cuestión, en realidad fué un regalo que le hizo su nieto con motivo de su cumpleaños, y fué ese mismo 23 de diciembre de 2006 cuando se incició su andadura.
A partir de ahí fué uno de los blogs más célebres de la blogosfera, con cientos de miles de visitas de todos los rincones y lugares del mundo, en la cual me incluyo , ya que han sido muchas las visitas que he realizado en este tiempo y así poder ver el mundo de internet desde los ojos de una persona con mucha vida e historia recorrida.
Hoy, María Amelia López, conocida por todos los que formamos parte de este mundillo como la abuela blogera, ha fallecido en la localidad Coruñesa de Muxía a los 97 años.
La Blogosfera se ha quedado sin uno de sus integrantes más populares, y de alguna manera se siente algo huérfana. Descanse en paz.

21.1.09

Toda una lección

El vídeo que acompaña a este post es mucho más que una charla. Son apenas diez minutos, pero te aseguro que si decides verlo, no te vas a arrepentir.

Tal vez algunos ya lo conozcáis: lleva más de dos millones de visualizaciones, y no es para menos. En él, Randy Pausch, profesor de informática, nos regala una pequeña conferencia —o más bien, un testimonio vital— sobre la importancia de las pequeñas cosas, de las personas que nos rodean y de esos problemas que, con un poco de sentido común y voluntad, dejan de parecer tan graves.

Lo más sobrecogedor es que quien lo dice sabía que le quedaban pocos meses de vida. A Randy le diagnosticaron un cáncer de páncreas, y aun así, eligió no rendirse al dolor, sino compartir esperanza, humor y verdad.

A mí, personalmente, me ha hecho reflexionar mucho. Sobre lo efímera que es la vida, sobre esos tesoros cotidianos que tenemos delante y dejamos pasar sin darnos cuenta.

Si al menos os remueve un poco por dentro, como me ha pasado a mí, me doy por más que satisfecho.

17.12.08

Badoo y sus cebos

Pues sí, como si se tratase del tráiler de un programa de la más pura y dura telebasura, así se promocionan los de Badoo: mintiendo y poniendo cebos.

En los últimos días he recibido varios correos electrónicos de esta página. En ellos, como reclamo, me dicen que he recibido un mensaje de “fulanito” o “menganito” en Badoo. Curiosamente, todos estos nombres coinciden con contactos que tengo en Messenger o en Hotmail. Y, claro, para poder leer ese supuesto mensaje, tengo que registrarme en la dichosa página.

El problema es que, si te da por preguntar a esos contactos, ninguno ha escrito absolutamente nada. Es más: ni siquiera están registrados en Badoo. La cosa huele a trampa desde el primer clic. Por lo que he podido ver, Badoo funciona como una especie de red social, algo así como un cruce entre Facebook y Tuenti con aspiraciones de Tinder. Nada en contra del concepto, pero sí en contra de las formas.

Porque lo que me parece asqueroso es que utilicen tu dirección de correo electrónico para intentar engañar a otros contactos y así engrosar su lista de usuarios registrados. Puro spam emocional disfrazado de notificación social.

Así que, por si acaso alguien recibe un correo en el que se dice que le he escrito algo desde Badoo: ni caso. No estoy registrado, ni tengo intención de hacerlo. Y si algún día me da por hacerlo, os aseguro que lo anunciaré por medios más dignos que un falso email en cadena.

En definitiva: quien quiera registrarse, que lo haga. Pero que no nos tomen el pelo a los demás. Porque, de vez en cuando, esto de Internet tiene su tela marinera. Y lo más lamentable es que, a estas alturas, aún haya plataformas que piensan que el engaño es una buena estrategia de captación.


2.12.08

Terminator Salvation. Un cartel innovador

El mundo de internet ha revolucionado por completo cualquier tipo de promoción cinematográfica. Esta última me ha llamado especialmente la atención. Se trata del nuevo cartel promocional de la cuarta entrega de la serie Terminator, ya sin Schwarzenegger y con un Christian Bale en su mejor momento.

Claro, un post hablando de un cartel sin mostrar el cartel puede parecer un poco curioso, pero para que salgáis de dudas no tenéis más que pinchar aquí. Quizá alguno ya lo haya visto por ahí, ya que lleva varios días circulando por la red, y en este mundo virtual las cosas envejecen a una velocidad vertiginosa.

Después de esta genialidad, no me cabe duda de que veremos muchas más variantes a la hora de promocionar cualquier producto, sin necesidad siquiera de que sea cinematográfico.

26.8.08

Leyendas urbanas

A lo largo del año recibo infinidad de correos en cadena que insisten, con tono apocalíptico y cierta mala leche, en que si no los reenvío a un número determinado de personas, caerá sobre mí la maldición del Chimpancé Hebreo, la ira de la suegra de Tutankamón o el fantasma de algún palacio lúgubre, normalmente el de Linares, que parece tener más espectros censados que habitantes vivos. Y claro, uno ya no sabe si reírse o echarse agua bendita.

Internet ha sido, desde sus inicios, un caldo de cultivo estupendo para el florecimiento de todo tipo de leyendas urbanas. Y con la llegada de YouTube, el asunto ha alcanzado cotas de surrealismo que rozan lo cinematográfico. Hay vídeos que parecen sacados directamente de festivales de terror de serie B, aunque algunos están tan bien hechos que merecerían un Goya, o por lo menos una ovación en Sitges.

Especialmente memorable es uno que vi hace tiempo: una supuesta niña en un cementerio mexicano, grabada en visión nocturna por un chico que se está filmando a sí mismo mientras explora el lugar. La escena está tan bien lograda que por un momento dudas si es una broma o un nuevo expediente sin resolver de Cuarto Milenio. La cara del chaval cuando ve a la niña es tan creíble que dan ganas de invitarle a un casting.

Hoy me ha llegado otra de esas “gilipolleces cósmicas”, como me gusta llamarlas. Un montaje cutre con mensaje incluido en el que se me advierte, con la sutileza de un verdugo, que si no lo reenvío antes de medianoche a 23 contactos, sufriré siete años de desgracia, se me secarán los geranios y vendrán los cobradores del frac aunque no deba nada.

Y yo me pregunto: ¿la gente los reenvía por auténtico pavor supersticioso o simplemente para seguir la bola y comprobar cuántos incautos siguen cayendo en la trampa digital?

En fin, si ves este mensaje y no lo reenvías, no pasará absolutamente nada... salvo que un duende travieso entre en tu casa, te apague el wifi y te obligue a hablar con la gente cara a cara. Y eso, amigos, sí que da miedo.